¿Un alcalde debe renunciar por cuestionamientos a su vida privada? ¿No debe ser solo juzgado por su actuación pública, por su desempeño como autoridad? Algunos creen que no, que lo que hace entre cuatro paredes también tiene que ser evaluado.
Residentes de la ciudad de Tenri, situada en la prefectura de Nara, han pedido la renuncia de su alcalde, Ken Namikawa (38), por contratar los servicios de unas prostitutas.
Namikawa contrató a dos prostitutas para que lo visitaran en su hotel en Tokio, adonde viajó en febrero y junio por trabajo, revela Tokyo Reporter.
La revista Shukan Shincho hizo públicos los “deslices” del alcalde, que admitió los hechos y se disculpó por su conducta, que él mismo calificó como “moralmente inapropiada”.
“Como ciudadano, estoy avergonzado» y «debería renunciar de inmediato», son algunos de los comentarios de ciudadanos indignados que se han expresado por correo electrónico o teléfono.
Sin embargo, hubo residentes que lo apoyaron. “Es gracias al alcalde que la ciudad está como está ahora. Continuaré apoyándolo», dijo uno.
Namikawa, que fue elegido como alcalde en 2013, piensa continuar en el cargo. El 1 de octubre habrá elecciones a la alcaldía en Tenri. (International Press)
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