Lampano Jerico Mori, el filipino de 35 años que fue arrestado hace unos días por la muerte de una estudiante en Ibaraki en 2004, dijo que el crimen fue algo fortuito, según Tokyo Reporter.
El 31 de enero de 2004, Mori y otros dos filipinos violaron a Misato Harada, una estudiante universitaria de 21 años, y la asesinaron.
Mori dijo que los tres estaban pasando el rato cuando vieron a la joven y el crimen “simplemente ocurrió”. Los filipinos no conocían a Harada.
La víctima había salido alrededor de la medianoche de su apato. Su cuerpo desnudo fue encontrado unas nueve horas después en la orilla de un río a seis kilómetros de distancia.
La policía arrestó a Mori después que ser identificado gracias a una prueba de ADN. Sus cómplices abandonaron Japón en 2007 y desde entonces no han vuelto. Ambos están en una lista de personas buscadas a nivel internacional. (International Press)
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