Como todos los años, un grupo de monjes budista se lanzó al lago Biwa en un ritual que nació en el periodo Heian (794-1185).
Doce monjes budistas caminaron a lo largo de una plataforma de 13 metros para zambullirse, uno por uno, en las aguas desde una altura de siete metros.
Los hombres saltaron con las manos unidas en posición de rezo. Unas 200 personas fueron testigos del ritual.
El lago está situado en la prefectura de Shiga.
El ritual que se desarrolla en el templo Isakiji se organiza con la esperanza de que el acto de arrojar los cuerpos al agua haga realidad los deseos de otras personas, reveló Mainichi Shimbun.
Los monjes, de 28 a 44 años, completaron cien días de kaihogyo, un práctica que consiste en caminar alrededor del Monte Hiei y ofrecer oraciones en templos y otros lugares sagrados a lo largo del camino.
Uno de los monjes declaró a Mainichi que con tantas regiones de Japón afectadas por inundaciones y lluvias torrenciales, oró por la seguridad de la gente lanzándose al lago Biwa, “un símbolo de agua abundante». (International Press)
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