La estafas telefónicas son una plaga creciente en Tokio. Delincuentes que llaman a un anciano para hacerse pasar por un hijo, nieto u otro familiar en apuros que necesita dinero en efectivo.
Como parte de sus esfuerzos para neutralizar a los estafadores, la policía de Tokio abrió una línea telefónica atendida por un sacerdote budista.
El religioso ofrece consejos a las personas que llaman para que no se dejen estafar, informó Tokyo Reporter.
El hombre, Kanshun Chodo, asignado a un templo en la ciudad de Chofu, atendió llamadas el miércoles desde las 9:00 a. m. hasta las 5:00 p. m.
En las ciudades de Chofu y Komae se reportaron el año pasado 58 estafas telefónicas que acarrearon pérdidas por un total de 130 millones de yenes (1,16 millones de dólares). Este año, el número de casos asciende a 52. (International Press)
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