Más de 29.000 personas se han visto afectadas en Japón desde finales de junio por un brote de fiebre aftosa humana que los expertos advierten que podría extenderse a niveles de 2011, cuando el país experimentó la mayor incidencia de esta enfermedad en una década.
En la semana del 3 al 9 de julio, a la que corresponden los últimos datos disponibles, se detectaron 18.100 nuevos casos de esta enfermedad en unos 3.000 centros médicos del archipiélago nipón, 7.000 más que la semana anterior, confirmó hoy a Efe un portavoz del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas de Japón (NIID).
Las instituciones sanitarias han tratado una media de 5,74 pacientes por centro durante dicho período, el segundo mayor número de los últimos 10 años tras la cifra de hace seis años, según las mediciones del NIID, que teme una nueva epidemia.
La fiebre aftosa humana, también conocida como la enfermedad de manos, pies y boca, es una afección de origen vírico caracterizada por la aparición de erupciones en estos tres puntos del cuerpo, y que afecta principalmente a niños de corta edad.
La mayoría de los afectados tienen entre 1 y 2 años.
Las prefecturas donde más casos se han registrado más recientemente son las de Tottoti (oeste), Miyazaki (sur), Shiga (centro) y Kochi (sur).
El Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas considera que el brote podría alcanzar un pico en dos o tres semanas y las autoridades han aconsejado a los infantes lavarse bien las manos con jabón, y pedido a centros de atención diurna y otras instalaciones que desinfecten los artículos utilizados por más de un niño. (EFE)
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