Lima.- El escritor peruano Mario Vargas Llosa afirmó que el expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), quien cumple una condena a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, nunca se ha arrepentido de sus actos, por lo que no debe ser indultado.
Vargas Llosa dedicó su columna «Piedra de toque», publicada hoy en el diario limeño La República, a comentar un eventual indulto humanitario a Fujimori y la conversación que tuvo sobre el tema con el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, durante la visita que este hizo a España en junio pasado.
«Nunca me indicó que tuviera la menor intención de hacerlo; solo que, como le llegaban numerosas cartas y documentos pidiendo el indulto por razones de salud, había entregado todo ese material a tres médicos a fin de que le informaran sobre el estado del reo», indicó.
El escritor enfatizó que la concesión de un eventual indulto sería «un acto ilegal y flagrante», ya que Fujimori aún debe ser juzgado por otra de las matanzas del grupo militar encubierto Colina, tal como autorizó este año la Justicia chilena al ampliar su solicitud de extradición a Perú.
Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de cárcel como autor mediato (con dominio del hecho) de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, cometidas por el Colina en 1991 y 1992, respectivamente, así como por el secuestro del empresario Samuel Dyer y del periodista Gustavo Gorriti.
«Él no ha manifestado jamás arrepentimiento alguno por los asesinatos, secuestros y torturas que ordenó y que se perpetraron durante su dictadura, y tampoco ha devuelto un solo centavo de los varios miles de millones de dólares que sacó al extranjero de manera delictuosa durante su gobierno», remarcó.
Vargas Llosa agregó, en ese sentido, que el indulto no solo sería ilegal, sino además una traición de Kuczynski a los ciudadanos que lo llevaron al poder y a las familias de las víctimas de los asesinatos y desapariciones, «a quienes prometió firmemente que no liberaría al exdictador».
«La extraordinaria movilización entre la primera y la segunda vuelta que permitió el triunfo de Kuczynski se debió en gran parte al temor de una mayoría del pueblo peruano de que el fujimorismo volviera al poder con Keiko» Fujimori, la hija del encarcelado exgobernante que disputó la Presidencia con el actual mandatario.
Vargas Llosa reconoció, en ese sentido, que «el voto de la izquierda, decisiva para esa victoria, jamás se hubiera volcado masivamente a darle el triunfo si hubiera imaginado que iba a devolver a la vida pública peruana a uno de los peores dictadores de nuestra historia».
El autor de «Conversación en la Catedral» manifestó, sin embargo, su confianza en que Kuczynski no otorgará la gracia presidencial a Fujimori, ya que lo considera un «demócrata cabal y una persona demasiado decente para cometer un desafuero tan insensato como sería el sacar de la cárcel y devolver a la vida política a un exmandatario que dio un golpe de Estado instalando una de las dictaduras más corruptas de la historia del Perú».
Vargas Llosa también consideró que es un error creer que con el eventual indulto a Fujimori el régimen logrará la colaboración del fujimorismo en el Congreso, que domina al ocupar 71 de los 130 escaños, y acusó a esa institución de «tumbar» ministros y paralizar la acción gubernamental.
«Quienes piensan así, se equivocan garrafalmente. No se aplaca a un tigre echándole corderos; por el contrario, se reconoce su poder y se lo estimula a que prosiga su labor depredadora», aseguró.
El escritor dijo que un sector del Congreso «detesta» al Gobierno de Kuczynski por haberlos derrotado en la segunda vuelta del año pasado cuando ya festejaban una victoria, en alusión a la bancada del partido fujimorista Fuerza Popular. EFE
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