Si alguna lección se puede extraer del insólito accidente que ocurrió el sábado en la prefectura de Aichi, cuando un coche voló y se estrelló contra el parabrisas de un autobús de turismo, es la importancia de abrocharse el cinturón.
Los 47 ocupantes del autobús sobrevivieron al accidente.
La guía turística Umeyo Yamamoto, esposa del conductor del autobús, pidió en tres ocasiones a los pasajeros que se pusieran el cinturón antes de que ocurriera el accidente, revela Asahi Shimbun.
Su insistencia y la obediencia de los pasajeros fueron decisivas para salvar sus vidas.
«Todos los pasajeros sobrevivieron porque nos abrochamos los cinturones de seguridad”, dijo Yamamoto.
«A menos que haya un accidente, nunca nos damos cuenta de lo importante que es abrocharnos el cinturón de seguridad», añadió.
Yamamoto les dijo a los pasajeros que se pusieran los cinturones dos veces apenas partió el vehículo y una vez más justo cuando entró en la autopista Tomei, donde se produjo el accidente unos diez minutos después.
La mujer, que sufrió cortes en el rostro por los fragmentos de vidrios y estaba en la parte delantera del autobús, contó que cuando vio volar el coche se agachó.
El autobús pertenece a la compañía Toshin Kanko Bus, que tiene una estricta política de recordar con regularidad a los pasajeros que mantengan abrochados sus cinturones.
El autobús que sufrió el accidente pertenece a un nuevo modelo que comenzó a circular hace dos años y que está equipado con cinturones de seguridad que sujetan a los pasajeros en los hombros y la cadera, mucho más seguros que aquellos que solo sujetan en la cadera.
Además, cuenta con un equipo conectado a internet que graba todo y automáticamente envía imágenes a un servidor cuando detecta que algo anda mal. (International Press)
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