El profesor británico Alex Sturmey ha publicado en el sitio Gaijinpot una nota en la que distingue a los diferentes tipos de pasajeros de trenes que ha encontrado en Japón. Estos son:
Los bellos durmientes
Así los llama él, a quien sorprende que haya japoneses que sean capaces de dormir estando de pie en el tren. Ahora bien, Alex llama la atención sobre los pasajeros que se hacen los dormidos para no tener que ceder su asiento. Bueno, habría que decir que eso no solo pasa en Japón.
Los inamovibles
Están de pie alrededor de las puertas. Cuando estas se abren, no se bajan del tren y se ponen a un costado como deberían para facilitar el movimiento de pasajeros, sino que permanecen en su lugar, sin moverse un centímetro, para no perder su valioso puesto.
Los “sumimasen”
El tren está reventando de gente, parece que no entra ni una pulga, pero hay pasajeros para los que siempre es posible encontrar espacios. Para ellos no existe el próximo tren, se suben al que llega como sea. Se zambullen en el tren y a punta de empujones se abren espacio, mientras dicen “sumimasen”, esperando que así se mitigue el fastidio que causan.
Los adictos al smartphone
Sí, esos que no despegan su nariz de la pantalla de su celular. A ellos les valen madre las advertencias sobre los riesgos que entraña andar pegado al teléfono, ignorando por completo lo que ocurre alrededor. Bueno, gente así hay en todas partes.
Los rápidos y astutos
Si estás de pie delante de una persona sentada, se supone que si ella se para tú puedes ocupar su asiento. Sin embargo, las personas que forman parte de esta categoría hacen caso omiso de esta regla no escrita; los asientos son de quienes llegan primero a ellos. Alex dice que se puede distinguir a este tipo de pasajeros cuando recién entran al tren: como cazadores que olfatean sus presas, detectan rápidamente un asiento desocupado y se lanzan con avidez carnívora sobre él.
Los apurados
Como Forrest Gump: corren, corren y corren. ¿Se despertaron tarde? ¿Perdieron su tren? ¿No llegan a tiempo al trabajo? Quién sabe. La cosa es que siempre los ves corriendo de un lado a otro en las estaciones, cuando entran o salen de un tren, esquivando a toda velocidad a las multitudes. (International Press)
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