Para evitar que caigan en las garras de la pornografía infantil, un consejo del gobierno metropolitano de Tokio propuso a la gobernadora Yuriko Koike prohibir y penalizar el acto de incitar a los niños a enviar selfies.
Si la iniciativa se transforma en una ordenanza, sería la primera de su tipo en Japón.
En declaraciones recogidas por la agencia Kyodo, Koike declaró que «una vez que una imagen circula en internet, es irrecuperable”. La máxima autoridad de Tokio expresó su propósito de materializar la ordenanza sin demora.
La prohibición y el castigo se aplicarían en el caso de que se incentive, presione o intimide a un menor a enviar un selfie a pesar de su negativa.
Las medidas punitivas alcanzarían incluso a quienes viven fuera de la capital japonesa siempre y cuando los menores afectados residan en ella.
Los selfies de menores desnudos representan cerca del 40 % de los casos de pornografía infantil en Japón en los que la policía ha actuado, según el consejo, que hizo hincapié en que la actual ley no protege lo suficiente a los niños en estos casos.
El número de casos de abuso y pornografía infantil en Japón registró niveles récord en 2016, según la policía japonesa.
Con respecto a los selfies de desnudos, en alrededor del 80 % de los casos los menores no conocían a las personas que se los solicitaban, y más del 70 % llegó a conocerlos a través de las redes sociales. (International Press)
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