Salman Abedi, identificado por la Policía británica como el autor del atentado del Manchester Arena en el que murieron 22 personas, nació en esa ciudad inglesa y es hijo de una pareja de refugiados libios que huyeron de la dictadura de Muamar Al Gadafi, dijeron hoy a Efe fuentes de Seguridad de Trípoli.
Según dichas fuentes, Abedi nació en 1994 en Manchester y es el segundo hijo de una pareja libia de refugiados, Samia Tabal y Ramadan Abedi, que se trasladaron al Reino Unido huyendo de la represión y la dictadura de Muamar al Gadafi (1969-2011).
Antes de mudarse al sur de Manchester, donde llevan más de una década residiendo, vivieron en Londres durante algún tiempo, dijeron las fuentes libias sin aportar otros detalles.
La policía si el terrorista actuó solo o contó con una red de apoyo para provocar la explosión. Abedi hizo estallar un artefacto de fabricación casera en una de las salidas del pabellón deportivo donde acababa de actuar la cantante estadounidense Ariana Grande.
Las fuerzas de seguridad registraron hoy dos domicilios en el sur de la ciudad inglesa y detuvieron a un joven de 23 años en relación con el ataque, que ha dejado heridos al menos a doce menores de 16 años.
Las víctimas mortales identificadas hasta ahora son una niña de 8 años, Saffie Rose Roussos, una joven estudiante de 18, Georgina Callander, y un joven de 26, John Atkinson, todos ellos británicos.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) ha reivindicado la autoría del ataque a través de internet, aunque la inteligencia estadounidense ha señalado que el vínculo con los yihadistas todavía no está verificado.
Vecinos del barrio de Fallowfield, el suburbio donde viven algunos miembros del núcleo familiar de Abedi, han descrito a los medios cómo solían ondear banderas libias en ciertas ocasiones.
Agentes de los cuerpos de seguridad continúan trabajando en el pabellón Manchester Arena, que ha suspendido los tres conciertos que la banda «Take That» tenía previsto ofrecer entre el jueves y el sábado.
El atentado en Manchester es el más mortífero que ha sufrido el Reino Unido desde la cadena de explosiones que causaron 56 muertos -incluidos cuatro terroristas- en el metro y un autobús de Londres en julio de 2005.
El servicio de ambulancias de la región de Manchester informó de que varios de los heridos que fueron ingresados anoche tras la explosión están en estado muy grave.
La policía ha pedido a los ciudadanos que no especulen en las redes sociales sobre los nombres de las víctimas que todavía no han sido identificadas de forma oficial para evitar que trasciendan antes de que las familias hayan recibido la información.
El ataque en el Manchester Arena ha llevado a la policía de Londres ha rediseñar su plan de seguridad para enfrentarse a la amenaza terrorista.
Scotland Yard prevé vigilar a partir de ahora todo tipo de eventos de aforo reducido que hasta el momento no contaban con presencia policial y aumentará el número de agentes armados que patrullan por la capital británica.
El atentado ha obligado a los partidos políticos a suspender los actos previstos en la campaña electoral de cara a las elecciones generales del próximo 8 de junio. (EFE)
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