Martí Quintana / EFE
México busca consolidar a Japón como uno de sus principales socios comerciales y estratégicos en un momento de dudas ante la renegociación del TLCAN y en plena búsqueda de alternativas al TPP, dijo a Efe el titular de ProMéxico, Paulo Carreño.
«Hay muchas dudas respecto del proceso que tenemos frente a la predecible modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, 1994)», apuntó el director general de este organismo de promoción exterior, luego de una gira de trabajo la pasada semana en Japón.
En esta visita al país nipón, en la que estuvo acompañado de la subsecretaria de Hacienda, Vanessa Rubio, y el director general de Bancomext, Francisco González, Carreño se encargó de dar «la mayor tranquilidad» a los empresarios de Japón, una nación que de 1999 al 2016 ha invertido en el país 13.412 millones de dólares.
Japón y México firmaron en 2004 un Acuerdo de Asociación Económica, aumentando las exportaciones mexicanas en un 83 % y un 73 % la presencia de nuevas empresas japonesas en México, recordó Carreño.
Ello convirtió a la nación nipona en el tercer socio comercial de México, tras Estados Unidos y Canadá.
El intercambio comercial México-Japón alcanzó los 21.522 millones de dólares en 2016, con un déficit en la balanza comercial para México de 13.980 millones de dólares.
En la actualidad hay 1.111 firmas niponas que tienen presencia en México; algunas de las más importantes se encuentran en el sector automotriz (Toyota, Nissan y Honda, por ejemplo) y en electrónica, como Sony.
Estos fabricantes exportan a EE.UU. con ventajas arancelarias gracias al TLCAN, que el presidente Donald Trump busca renegociar -e incluso amenazó con cancelar unilateralmente- porque dice que perjudica su país.
Es en este contexto que México busca estrechar lazos con Japón y lanzar un mensaje de calma: «México va a negociar con dignidad qué es lo que quiere y no quiere».
«Encontré preguntas realmente legítimas y entendibles, pero no una sensación de incertidumbre ni desconfianza», aseguró Carreño, quien en la gira se reunió, entre otros, con Keidanren, la principal cámara empresarial del país.
En la visita, las autoridades mexicanas participaron en la Sexta Reunión Anual con el Banco de Cooperación Internacional Japonés (JBIC), que manifestó el interés en apoyar el sector manufacturero nipón en México.
Carreño consideró que el equipo negociador del TLCAN en Estados Unidos está «comprendiendo» la importancia del acuerdo comercial.
«Hay un mejor entendimiento en qué consiste la relación bilateral entre México y Estados Unidos», apuntó Carreño, quien asumió el cargo el 1 de febrero, días después de la investidura de Trump.
Además del TLCAN, en los distintos encuentros en Japón también se habló del fallido Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés), el ambicioso tratado comercial firmado por once países de la Cuenca del Pacífico y Estados Unidos, que se retiró del mismo horas después de que el republicano llegara a la Casa Blanca.
«Las economías que trabajaron arduamente en las negociaciones del TPP no quisieran desperdiciar este ánimo y todos los recursos que se pusieron en el proceso negociador», afirmó el jefe de ProMéxico, entidad que este 2017 cumple 10 años de historia.
En este contexto, deseó que México trabaje para fortalecer los convenios que ya dispone con otros países o regiones -son 12 TLC con 46 países y 32 acuerdos comerciales- e incluso se mostró favorable a la consecución de un TPP con los 11 países restantes.
El titular de ProMéxico consideró que es momento de redoblar el esfuerzo comercial y trabajar «en dos vías», a través de la «consolidación de nuestros mercados ya maduros», como Norteamérica o Europa, y expandiéndose hacia otras latitudes, como en países musulmanes con el certificado Halal.
Optimista, señaló que el reto que supone la tensa relación con Estados Unidos es también una «oportunidad» para México y sus empresarios; una «llamada» para «hacer las cosas distintas».
Cuestionado sobre si el ascenso de nuevos actores en el escenario político puede detonar el proteccionismo y el nacionalismo en México, Carreño confió en que haya «pragmatismo» y se siga el modelo existente, pues aunque tiene «deficiencias» también ha demostrado ser exitoso.
«En México seguirá habiendo sensatez, consistencia y congruencia para seguir con el mismo modelo», concluyó.
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