El número creciente de accidentes causados por personas mayores en Japón está empujando a muchas autoridades a tomar medidas para animar a los ancianos a que devuelvan sus licencias de conducir.
Otros están optando por un camino distinto. Un equipo de investigadores de la Universidad de Nagoya está desarrollando un sistema para ayudar a los ancianos a conducir con seguridad con la ayuda de un robot de 20 centímetros de altura
El equipo, encabezado por los profesores Hirofumi Aoki y Takahiro Tanaka, trabaja para que la tecnología esté disponible en 2019.
El pequeño robot es una especie de copiloto que mantiene alerta a los conductores a través de su voz o sus gestos.
El sistema cuenta con una cámara incorporada al vehículo y un radar para recoger información de los alrededores. Además, es alimentado con datos cartográficos del GPS. Toda la data recolectada es procesda y se traduce en información útil que el robot transmite al conductor.
El robot le puede decir al chofer, por ejemplo, «hay muchos puntos ciegos en la próxima intersección” o «hay una señal de alto delante».
Además, le avisa si el auto se está aproximando a un lugar donde existe un alto riesgo de que se produzca un accidente o si hay peatones cerca.
El robot no se limita a informar, pues también puede actuar. Si detecta que el conductor no hace nada para evitar una situación de riesgo, la máquina puede aplicar los frenos.
Tanaka explica que es más fácil que los conductores estén atentos a las advertencias utilizando información visual que solo de audio.
Por su parte, Aoki declara a Japan Times que «para mantener nuestra calidad de vida y la salud, es importante para nosotros ser independientes y capaces de conducir por nosotros mismos, incluso después de envejecer».
El experto afirma que tiene la esperanza de “crear una sociedad en la que los ancianos puedan vivir felices por el uso de robots que los apoyen”.
Gracias a un estudio, el equipo descubrió que más allá del obvio hecho de que el deterioro de la visión y la capacidad de tomar decisiones o discernir causan accidentes, la renuencia de los conductores a admitir la decadencia de sus capacidades físicas o a sobreestimar su habilidad al volante también influyen.
Ojo, otro dato importante: la mayoría de encuestados dijo que preferirían recibir consejos de un robot que de sus parientes o amigos.
El sistema será puesto a prueba a fines de año. (International Press)
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