En noviembre del año pasado, el fabricante de alimentos Maruha Nichiro hizo público que se habían encontrado piezas de metal en algunos de sus pescados enlatados. Todas las latas producidas en la fábrica de donde salieron los pescados con metales fueron retiradas.
Maruha retiró cerca de 17.000 productos enlatados. Tras revisarlos con rayo x, certificó que aproximadamente 11.000 estaban en buenas condiciones.
En el pasado, cuando enfrentó problemas similares, la compañía japonesa decidió deshacerse de toda la producción que fue sometida a revisión.
Esta vez, sin embargo, ante la queja de consumidores que sostenían que era un desperdicio botar alimentos cuyo buen estado había sido certificado, Maruha ha decidido donar las 11.000 latas, informó la NHK.
Los productos serán entregados a un banco de alimentos para ser distruibidos en centros de atención a personas necesitadas.
En 2016, los fabricantes de alimentos en Japón realizaron más de 800 operaciones de retiro de productos, la cifra más alta desde 2009. Al parecer la mayoría de los artículos retirados terminaron en la basura. (International Press)
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