La corporación tecnológica nipona Toshiba planea deshacerse de Westinghouse Electric, su subsidiaria estadounidense de energía nuclear que atraviesa graves dificultades financieras, según adelantó hoy el diario económico Nikkei.
Con esta medida, el gigante japonés aspira a minimizar el impacto en sus cuentas de la empresa estadounidense, cuya delicada situación económica podría abocarla a declararse en quiebra, según el citado periódico.
El objetivo de Toshiba es conservar una fracción de las participaciones en Westinghouse y convertirla en una subsidiaria no consolidada o con independencia financiera, lo que en la práctica supondría que la matriz no tendría que asumir las deudas de su filial, señalaron fuentes empresariales al citado periódico.
Los problemas que arrastra Westinghouse han llevado a Toshiba a prever unas pérdidas multimillonarias durante los nueve primeros meses del ejercicio 2016, y han desembocado en la dimisión del presidente de la corporación nipona, Shigenori Shiga.
La empresa ha evitado por el momento pronunciarse de forma oficial sobre sus planes para su filial en EE.UU., aunque podría hacer un anuncio al respecto el próximo día 14, cuando tiene previsto presentar sus resultados financieros para el citado período tras retrasarlos un mes por la situación de Westinghouse.
Para el período en cuestión, entre abril y diciembre de 2016, Toshiba prevé incurrir en un déficit neto de 500.000 millones de yenes (4.144 millones de euros), lo que incluye unas pérdidas de 712.000 millones de yenes (5.902 millones de euros) derivadas de la devaluación de su rama nuclear, según sus estimaciones.
La devaluación de su rama de energía nuclear se debe al incremento de los costes laborales y de construcción de proyectos para construir nuevas centrales atómicas en Estados Unidos.
La empresa nipona mantiene un contencioso con Chicago Bridge & Iron, anterior propietaria de la empresa adquirida por Toshiba y origen de sus problemas financieros, a cuenta de sus tasaciones de los activos y negocios de la constructora de plantas atómicas.
Los inversores de la Bolsa de Tokio reaccionaron de forma dividida a los planes de Toshiba, y tras altibajos durante el primer tramo de negociación, las acciones de la compañía japonesa avanzaban a media sesión en torno a un 0,7 por ciento. (EFE)
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