Corea del Sur pidió hoy «medidas extraordinarias» en todos los foros regionales e internacionales contra Corea del Norte, como una posible suspensión de sus derechos como miembro de la ONU, tras el asesinato con un arma química de Kim Jong-nam, hermano del actual líder, Kim Jong-un.
«Mientras estábamos ocupados con las amenazas nucleares y balísticas de Corea del Norte en los últimos años, habíamos perdido inadvertidamente de vista otra grave amenaza que emana de las armas químicas», dijo el ministro de Asuntos Exteriores, Yun Byung-se, durante su intervención en la Conferencia de Desarme de la ONU.
Explicó que este mes el mundo se quedó «atónito» cuando se enteró de que Kim Jong-nam, hermano del líder norcoreano, había sido «brutalmente asesinado» en un aeropuerto internacional en territorio malasio y de que hubo «varios pasaportes diplomáticos y otros oficiales norcoreanos detrás de la escena».
«Pero más alarmante es que las autoridades malasias revelaron que la víctima fue asesinada con el agente nervioso VX, un arma química clasificada como arma de destrucción masiva por la ONU y que está estrictamente prohibida por las normas y resoluciones internacionales, entre ellas la Convención sobre las Armas Químicas», afirmó el ministro surcoreano.
Recordó que solo un «par de gramos de VX basta para un asesinato de masa», y explicó que Seúl cree que Corea del Norte «no solo posee gramos sino miles de toneladas de armas químicas, incluido ese agente nervioso, en todo el país».
«En este sentido, el reciente asesinato es una señal de alarma para todos nosotros acerca de la capacidad norcoreana con respecto a las armas químicas y su intención de utilizarlas de verdad», añadió.
«Ahora es el momento, creo, para que consideremos seriamente tomar medidas extraordinarias en todos los foros regionales e internacionales relevantes, incluida la ONU y la Conferencia de Desarme», sostuvo Yun Byung-se.
Estas medidas, propuso, «pueden tomar la forma de una suspensión de los derechos y los privilegios de Corea del Norte como miembro de la ONU, tal y como estipula la resolución 2321 del Consejo de Seguridad».
Y si Malasia determina de manera concluyente que las autoridades norcoreanas han estado detrás del asesinato de Kim Jong-nam, la Conferencia de Desarme «podría tener que poner en duda la membresía de Corea del Norte», aseveró.
Kim Jong-nam falleció el pasado 13 de febrero tras ser abordado por dos mujeres en el aeropuerto de Kuala Lumpur, donde supuestamente le frotaron el rostro con el agente nervioso VX, que lo mató minutos después de camino al hospital.
Las sospechosas, la indonesia Siti Aisha y la vietnamita Doan Thi Huong, fueron detenidas poco después, junto con un químico norcoreano y un malasio, que fue puesto en libertad.
La Policía malasia cree que cuatro norcoreanos reclutaron supuestamente a las mujeres para cometer el asesinato y huyeron a Pyongyang el mismo día del crimen. (EFE)
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