Servicio personalizado, a la medida del cliente. El turista tratado no como parte de una masa indistinguible, sino como individuo.
Japón está probando un sistema de tarjeta inteligente que permite a los negocios relacionados con el turismo adaptar sus servicios a los gustos y necesidades personaes de los turistas extranjeros, informó la NHK.
En el proyecto, dirigido por el gobierno japonés, participan aproximadamente 60 empresas e instituciones, entre ellas hoteles, restaurantes y museos de arte en Tokio.
Primero, los extranjeros brindan alrededor de treinta datos personales, desde los que contiene todo pasaporte hasta sus platos favoritos o alergias a alimentos.
Toda la información se incluye en la tarjeta inteligente del turista, que los empleados de los negocios pueden “leer” a través de un dispositivo. Así las cosas, sabiendo qué le gusta al usuario o qué no puede comer, se le recomiendan productos y platos.
La NHK recogió las impresiones de turistas que participaron en el test y que elogiaron el sistema porque facilita la transmisión de sus requerimientos a los empleados de los negocios.
Por su parte, un trabajador de un hotel en Tokio destacó que gracias a las tarjetas inteligentes se pueden proporcionar servicios a los visitantes sin tener que preocuparse si saben lo que desean de antemano.
Las pruebas durarán dos años. ¿Objetivo? Que el sistema esté listo para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020. (International Press)
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