Amenazas de muerte. Compararlos con insectos como cucarachas u otros animales. Pedirles que se regresen a su país. Estos son algunos ejemplos de lo que el gobierno de Japón considera como lenguaje discriminatorio o discurso de odio que por ley está prohibido.
El Ministerio de Justicia envió a alrededor de 70 gobiernos locales una lista de expresiones racistas o xenófobas que no deben permitirse, informó la agencia Kyodo.
El lenguaje que tiene la clara intención de excluir grupos específicos de personas (de una nacionalidad o etnia determinadas) también es considerado como discurso de odio.
Aunque ley contra los discursos de odio fue promulgada en mayo pasado, su eficacia ha sido puesto en duda debido a que no existe una definición clara de lo que puede tipicarse como lenguaje discriminatorio.
Además, no establece ningún castigo para quien veje o agravie con comentarios racistas o xenófobos o tenga un comportamiento de ese tipo. (Así las cosas, la ley parece ser poco más que un saludo a la bandera).
13 municipios, entre ellos Kawasaki y Osaka, escenarios frecuentes de oprobiosos incidente contra minorías étnicas, han solicitado al gobierno de Japón una lista de ejemplos específicos de comentarios ofensivos para no colisionar con la libertad de protección que ampara la Constitución. (International Press)
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