En enero, una estudiante de 16 años se ausentó durante dos días de su trabajo en una tienda de 7-Eleven en Tokio por un resfriado. En total, diez horas de trabajo.
Grande fue su sorpresa cuando al recibir su pago, en teoría 23.375 yenes (casi 206 dólares) por 25 horas de trabajo, en la práctica se reducía en 9.350 yenes (82,37 dólares).
Una nota escrita a mano, adjunta a la boleta de pago, especificaba que el monto recortado era una “multa” por faltar al trabajo, detalla Mainichi Shimbun.
La decisión de la tienda de Tokio fue revocada por la compañía matriz, Seven-Eleven Japan, que ordenó que le devolviera a la menor el dinero que le quitó, pues la multa que le impuso violaba la ley laboral de Japón.
Para justificar la sanción, la tienda de Tokio explicó a los padres que multaron a su hija porque ella no encontró a alguien que la reemplazara.
La ley dice que si se sanciona a un trabajador, el recorte de su salario por una única vez no debe excecer el 50 % de lo que gana en promedio en un día y el total de los recortes no debe superar el 10 % de su salario correspondiente a un periodo de pago.
Además, la responsabilidad de encontrar un reemplazo es de la empresa. (International Press)
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