La Bolsa de Tokio cerró el jueves en su nivel más bajo en tres semanas, arrastrada por las pérdidas de Wall Street y el fortalecimiento del yen frente al dólar, y consolida así la mayor caída desde el comienzo del denominado «efecto Trump».
El índice de referencia Nikkei retrocedió 256,58 puntos, un 1,32 por ciento, y quedó en 19.145,14 puntos, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, cedió 18,41 enteros, un 1,2 por ciento, y cerró en 1.518,39 enteros.
El parqué tokiota abrió a la baja, continuando las caídas del mercado neoyorquino, que se vio afectado por la publicación de datos que revelaban dudas sobre el mercado inmobiliario en Estados Unidos, destacaron analistas locales.
Según avanzó la jornada, las caídas se fueron acentuando debido a la apreciación del yen frente al dólar y a la preocupación de los inversores sobre el reciente anuncio de Toshiba, que a principio de semana vaticinó un posible deterioro de activos por valor de varios miles de millones de dólares.
Todos los sectores, a excepción del alimentario, cedieron terreno, con el hierro y el acero, el transporte marino y la banca liderando las caídas.
El gigante tecnológico nipón Toshiba tocó su mínimo en siete meses, y cerró la jornada con una caída del 16,97 por ciento, lo que implica que sus títulos han perdido ya casi un 50 por ciento acumulado desde el martes.
Los prestamistas más importantes de Toshiba también se vieron arrastrados por las pérdidas: Sumitomo Mitsui Financial Group cedió un 1,9 por ciento, y Mizuho Financial Group se dejó un 2,5 por ciento.
La apreciación del yen perjudicó a los principales exportadores japoneses, con Toyota Motor cayendo un 1,9 por ciento, y Mazda Motor bajando un 2,7 por ciento.
En contra de la tendencia a la baja del parqué nipón, el operador de supermercados Halows subió un 2,2 por ciento, después de que la compañía anunciara el miércoles un aumento de su beneficio neto entre marzo y noviembre de este año.
El volumen de negocio ascendió a 2,079 billones de yenes (17.034 millones de euros), muy por encima de los 1,559 billones de yenes (12.653 millones de euros) de la víspera. (EFE)
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