El lunes 12, Koji Tatematsu, un hombre de 48 años, avisó a la escuela de su hijo de diez años, Kosuke, de que ese día faltaría a clases. Como desde entonces el niño no retornó al colegio, personal escolar llamó por teléfono y visitó su apato en la ciudad de Ichinomiya, prefectura de Aichi, pero no pudo establecer contacto.
El miércoles en la tarde, la policía recibió la llamada anónima de una mujer que no había podido contactarse con Tatematsu y quería que la policía acudiera a la vivienda del hombre.
La policía encontró a padre a hijo inconscientes, uno echado al lado del otro. No halló huellas de heridas externas. En el apato se encontró lo que sería una nota de suicidio. La policía sospecha que el hombre asesinó a su hijo y se quitó la vida, según Mainichi Shimbun.
Tatematsu y su hijo vivían solos y al parecer recibían prestaciones sociales.
Todo apunta a que Kosuke sufría maltratos por parte de su padre. El niño fue llevado bajo custodia protectora del Centro de Consulta Infantil de Ichinomiya ocho veces en los últimos dos años.
Mucho tiempo atrás, en 2007, el centro recibió información de que el niño era golpeado por su padre y lanzó una investigación. El hombre recibió una advertencia, pero mantuvo la custodia de su hijo.
En 2014, Tatematsu llamó al centro para decir que estaba enfermo y que le resultaba difícil educar a su hijo. Además, el niño dijo que no podía quedarse con su padre.
En septembre pasado, el pequeño estuvo tres semanas bajo custodia después de que dijo que quería irse de su apato. Sin embargo, más adelante expresó su deseo de retornar con su padre y el 27 de ese mes volvió a su apato. (International Press)
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