Parece chiste, pero ocurrió en la vida real.
Richard Lee, un neozelandés de origen taiwanés, quiso renovar en línea su pasaporte para viajar a Australia, pero increíblemente fue rechazado porque, a juicio de los autoridades de su país, en la foto que había subido supuestamente tenía los ojos cerrados.
Se lo dijeron por escrito claramente. Ahora bien, no hay que afinar demasiado la vista para darse cuenta de que Richard tiene los ojos abiertos.
Así pues, el hombre se contactó con las autoridades para aclarar el malentendido. ¿Qué le dijeron? Que la foto no había sido aceptada por la “desigual iluminación de su rostro”, cuenta el sitio RocketNews24.
Hay dos formas de reaccionar a esto: o te enfadas y acusas al gobierno de Nueva Zelanda de racista, o lo tomas como chiste. Lee eligió el segundo camino. Dice que el error no le molestó mucho y que, por el contrario, prefirió verlo como algo divertido. “Obviamente, se trata de un error de programación en el software de reconocimiento», dice. A veces el ojo humano funciona mejor. (International Press)
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