Barcelona y Real Madrid intercambian los papeles de hace un año en el primer Clásico del curso, el que acoge el Camp Nou con las primeras urgencias azulgranas de la temporada, a seis puntos de distancia, conscientes de que un triunfo madridista asestaría un golpe a LaLiga Santander cuando todavía no se ha llegado a mitad de campeonato.
Los seis puntos de ventaja con los que hace un año llegaba al Barcelona al Santiago Bernabéu, han cambiado a favor de un Real Madrid que visita al Camp Nou lanzado en su moral, con el deseo de aprovechar la ocasión de alejar a su gran rival y ampliar la racha sin perder con Zinedine Zidane al mando, 32 partidos invicto.
Estados de animo diferentes tras los dos últimos empates del Barcelona ante el Málaga en el Camp Nou (0-0) y la Real Sociedad en Anoeta (1-1), que le han descolgado de su eterno rival y le obliga ganar el Clásico si desea recuperar parte del terreno perdido.
Los de Luis Enrique Martínez no han tenido un buen mes de noviembre. El equipo ha estado espeso en muchos partidos, sin su frescura habitual para presionar tras pérdida y acechar constantemente el área rival. Ha perdido poder realizador y creatividad en un centro del campo donde ha añorado la figura de Andrés Iniesta quien, tras seis semanas de baja, podría regresar al once titular.
La de Iniesta, que el viernes recibió el alta médica, será la principal novedad de un equipo al que también podría regresar Samuel Umtiti, como pareja de Gerard Piqué en el eje de la defensa. El francés reapareció con buenas sensaciones el pasado miércoles en la Copa del Rey ante el Hércules. Si regresa al once en Liga, el damnificado sería el argentino Javier Mascherano.
El resto del equipo será el habitual, empezando por el meta alemán Marc André ter Stegen quien en su tercera temporada como azulgrana por fin vivirá su primer Clásico, ya que los cuatro anteriores los había jugado el chileno Claudio Bravo.
La buena noticia para Luis Enrique es que Jordi Alba, duda tras acabar con molestias el encuentro de Anoeta, se ha entrenado al mismo ritmo que sus compañeros y podrá estar de inicio. El preparador asturiano solo tiene, por tanto, la baja del central galo Jeremy Mathieu para recibir al equipo de Zidane.
Mientras, el Real Madrid huye del exceso de confianza que le permite encarar el Clásico con seis puntos de ventaja y el francés Zinedine Zidane ha mentalizado a sus jugadores de la necesidad de jugar con la misma actitud que en el Vicente Calderón (0-3) para, tras alejar al Atlético de Madrid, repetir con el Barcelona y poner tierra de por medio difícil de recuperar.
La conquista de LaLiga Santander es el gran objetivo madridista de la temporada y desde el inicio lo han demostrado los jugadores en el césped. Sin encontrar el nivel deseado de juego, los resultados sí acompañan a un Real Madrid que enlaza 32 partidos sin perder y que en la competición doméstica solo perdió en una ocasión en los últimos once meses con Zidane al cargo.
El técnico francés se doctoró en el Camp Nou con el triunfo del último precedente y regresa sin sentir tener la clave que desmonte a un Barcelona que respeta al máximo. Mantendrá su valentía, sin lamentar bajas de la importancia del alemán Toni Kroos ni el galés Gareth Bale, y repitiendo el dibujo táctico del Vicente Calderón, un 4-2-3-1 con libertad en la media punta para Isco Alarcón.
Es la gran duda que no despejará Zidane hasta el final. Lo tiene decidido pero hasta poco antes de que la pelota comienza a rodar no se sabrá si apuesta por la contención con Casemiro o la fantasía con Isco. El centrocampista brasileño está para jugar. Reapareció el miércoles en Copa del Rey tras dos meses y medio fuera de los terrenos de juego. Su físico es la incógnita a despejar en un duelo de alta intensidad. Gana opciones el croata Mateo Kovacic que ha hecho una gran labor en la urgencia de perder a todos los medio centros de la plantilla por lesión.
Con sus titulares descansados por no participar en Copa del Rey, gracias a la eliminatoria sentenciada en la ida ante la Cultural, el Real Madrid llegará lanzado físicamente al Camp Nou. Con Keylor Navas con el difícil objetivo de dejar a cero su portería tras haberlo conseguido en solo dos ocasiones este curso y una defensa con Dani Carvajal y Marcelo en los laterales más Sergio Ramos y Raphael Varane en el centro.
Modric completaría el doble pivote, Lucas daría equilibrio con su trabajo defensivo y los goles dependerán de dos jugadores enchufados ante el Barça: Benzema y Cristiano Ronaldo. El francés necesita brillar y silenciar la crítica. El portugués llega en racha, marcando los cinco últimos ligueros de su equipo, y sintiendo su peso en el Camp Nou, donde ha marcado 10 de sus 14 tantos ligueros al Barcelona.
– Alineaciones probables:
Barcelona: Ter Stegen; Sergi Roberto, Piqué, Umtiti o Mascherano, Jordi Alba, Sergio Busquets, Rakitic, Iniesta, Messi, Luis Suárez y Neymar.
Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo; Kovacic, Modric; Lucas Vázquez, Isco, Cristiano Ronaldo; y Benzema.
Árbitro: Clos Gómez (Comité aragonés)
Estadio: Camp Nou
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Posiciones: Barcelona, 2º (27 puntos); Real Madrid, 1º (33 puntos).
La clave: El regreso de Andrés Iniesta -un jugador fundamental en el esquema del conjunto azulgrana- tras seis semanas de baja por una lesión de rodilla.
El dato: Messi, el máximo goleador en la historia de los clásicos (21), lleva cinco partidos consecutivos sin marcarle al Real Madrid. Cristiano, que ha marcado 16 goles en 25 Clásicos, firmó 10 de sus 14 ligueros en el estadio del Barcelona.
La frase: Luis Enrique: «Este partido no es determinante para el título»; Zidane: «Será diferente al año pasado que fuimos con el culo apretado».
El entorno: se llenará el Camp Nou en un horario poco habitual para un Clásico. LaLiga estrena el sistema de repetición 360º, una tecnología con 38 cámaras repartidas por todo el estadio que se utilizará por primer vez en Europa. 852 profesionales de 151 medios de comunicación de 36 países distintos cubrirán el partido. EFE
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