La Bolsa de Tokio cosechó el viernes su segundo mejor cierre del año, en una racha alcista que se prolonga ya siete jornadas, animada por la continua caída del yen frente al dólar, una tendencia que favoreciendo a los grandes exportadores japoneses.
El índice de referencia Nikkei avanzó 47,81 puntos, un 0,26 por ciento, y quedó en 18.381,22 puntos. Por su parte, el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, subió 4,57 puntos, un 0,31 por ciento, hasta las 1.464,53 unidades.
El parqué tokiota arrancó la jornada espoleada por la favorecedora depreciación de la divisa local y superó brevemente durante el primer tramo de la negociación su mejor cierre del año, el del pasado 4 de enero, cuando quedó en los 18.450,98 puntos.
El «billete verde» llegó a intercambiarse en 113,9 yenes, tras superar los 113 yenes por primera vez en ocho meses el jueves, lo que disparó el valor del grueso exportador nipón.
Un yen más suave está mejorando las perspectivas de beneficios empresariales, castigadas durante el primer semestre del año fiscal en Japón (abril-septiembre) por la fortaleza de la divisa local.
El dólar perdió fuelle en el segundo tramo de la negociación, lo que provocó que el selectivo Nikkei cayera al terreno negativo y viviera una segunda mitad volátil antes de retornar a ganancias y cosechar su segundo mejor cierre en lo que va de año.
Y es que el buen ánimo impera entre los inversionista de la plaza nipona ante las expectativas de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, acometa una reducción de impuestos y fomente el gasto en infraestructuras cuando llegue a la Casa Blanca, según valoraciones de los analistas locales.
Esto, sumado a los recientes indicadores económicos favorables de EEUU que han reavivado las esperanzas de una subida de tipos de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense el próximo mes, lograron reflotar a Tokio.
Poco impacto tuvo la publicación a primera hora del día del índice de precios al consumo (IPC) de Japón, que mostró en octubre un retroceso del 0,4 por ciento, un dato en consonancia con las previsiones del mercado.
El sector del equipamiento de transporte lideró las ganancias, seguido por el de los instrumentos de precisión, y el de la energía eléctrica y el gas.
Entre los exportadores, los grandes beneficias de la depreciación del yen, destacaron las subidas de los fabricantes de vehículos Toyota Motor y Mazda Motor, que avanzaron un 1,5 y un 2,6 por ciento, respectivamente.
En la primera sección, un total de 1.030 valores avanzaron frente a los 835 que retrocedieron, mientras que 124 cerraron sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 2,722 billones de yenes (22.728 millones de euros), por encima de los 2,618 billones de yenes (21.851 millones de euros) de la víspera. (EFE)
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