Yuria Satomi, la actriz porno que alegó estrés por matrimonios fallidos para evadir impuestos

Yuria Satomi es una actriz porno de 31 años que entre 2007 y 2013 recibió 245 millones de yenes (2,33 millones de dólares) en su cuenta bancaria. Millonada que la mujer no declaró y que llevó a la Oficina de Impuestos de Tokio a concluir que tenía ingresos ocultos.

Una investigación de las autoridades tributarias determinó que la mayor parte de los ingresos de Yuria no proviene de las películas para adultos. Ni de lejos.

Solo 45 millones de yenes (429.200 dólares) tuvieron su origen en su trabajo en la industria pornográfica. ¿Y los restantes 200 millones de yenes (alrededor de 1,9 millones de dólares)? De sus “novios”. Cuatro en total.

La Oficina de Impuestos de Tokio ordenó a la mujer pagar 115 millones de yenes (1,09 millones de dólares) por su falta, revela una revista japonesa en un informe que recoge Tokyo Reporter.

Al principio, Yuria aceptó la decisión, pero poco después apeló.

¿Qué arguyó? Que el dinero fue depositado por hombres con los que salía y que la cantidad no fue decidida por ella. La plata, dijo, la recibió como “compensación por el estrés mental y físico” que sufrió.

Estrés por matrimonios fallidos. «Nosotros salíamos bajo el supuesto de un eventual matrimonio, una condición que no se cumplió, y yo recibí el dinero como compensación», alegó.

¿Quiénes son los cuatro hombres? Un médico en Osaka, un salaryman, un agente de bienes raíces en Hong Kong y el presidente de una organización sin fines de lucro. Cada uno le transfirió 50 millones de yenes (475.000 dólares).

El experto en temas tributarios, Hiroaki Urano, explica que una compensación por daños ocasionados a la mente o el cuerpo no se considera nuevo ingreso bajo la ley. ¿Qué significa eso? Que no está sujeta a impuestos.

¿Eso significa que la actriz tiene razón? No necesariamente. Urano declara que una compensación de entre 500.000 yenes (4.750 dólares) y dos millones de yenes (19.100 dólares) es razonable. ¿50 millones? No, ni hablar. Por ello, el reclamo de Yuria fue rechazado.

Así las cosas, la mujer no tuvo más alternativa que pagar la millonaria multa. (International Press)