El índice de precios al consumo (IPC) de Japón cayó en septiembre un 0,5 por ciento con respecto al mismo mes de 2015, lo que supone el séptimo retroceso consecutivo, según los datos publicados hoy por el Gobierno.
El índice, que excluye los alimentos frescos por su excesiva volatilidad, se mantuvo plano con respecto a agosto (cuando el indicador también mostró un retroceso del 0,5 por ciento interanual), agregó el Ministerio del Interior y Comunicaciones.
Esta tendencia hace cada vez más difícil que el Banco de Japón (BoJ) logre su meta de situar la inflación en torno al 2 por ciento como persigue su programa de flexibilización, con el objetivo de terminar con casi dos décadas de deflación.
El abaratamiento crudo es uno de los factores que más ha pesado sobre la evolución de los precios, como refleja la caída interanual del 6,5 por ciento en la factura de la luz y el agua y de los precios del combustible.
No obstante, los analistas señalan que la caída del IPC nipón se ha moderado en los últimos meses gracias al repunte de los precios internacionales del petróleo, y en este contexto prevén una recuperación del indicador en Japón, un país con una elevada dependencia energética del exterior.
En septiembre, los transportes y la comunicación costaron un 2,1 por ciento menos comparados con el mismo mes del año anterior, mientras que los muebles y otros utensilios para el hogar se abarataron un 1,5 por ciento.
En cambio, la ropa y el calzado y la educación mostraron una subida interanual de los precios del 1,5 por ciento.
Los precios en Tokio, donde el análisis corresponde al mes de octubre, retrocedieron un 0,4 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado y avanzaron un 0,2 por ciento frente a septiembre.
Los precios en el área metropolitana de la capital se consideran un indicador avanzado de la evolución del IPC en todo el territorio de Japón. (EFE)
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