Toyota Motor llamó hoy a revisión a unos 5,8 millones de vehículos en todo el mundo por el problema relacionado con el inflador de los airbags de Takata, que llevan años causando rellamadas a millones de usuarios en el mundo.
La revisión afecta a unos 21 modelos, entre los que se cuentan varias versiones del Corolla, además del Auris, el Yaris o el Etios fabricados entre mayo de 2000 y noviembre de 2001, o entre abril de 2006 y diciembre de 2014, explicó la empresa en un correo electrónico remitido a Efe.
Esto se debe a que las unidades fabricadas en el primer periodo ya fueron llamados a revisión para que se les instalara un nuevo inflador que fue fabricado, al igual que los otros vehículos incluidos en esta rellamada, durante el segundo periodo (el que va de abril de 2006 a diciembre de 2014).
La mayor parte de los automóviles afectados se concentra en Europa (1,47 millones de unidades), mientras que en Japón y China se vendieron 1,16 millones y 820.000 unidades, respectivamente.
Otras regiones, como Oceanía, Latinoamérica o Asia concentran casi la mitad -2,35 millones- de las unidades involucradas en esta última rellamada, que no implica a Estados Unidos, donde Toyota ya llevó a cabo las revisiones y reparaciones correspondientes.
El problema está relacionado con el gas propulsor -nitrato de amonio- del inflador del airbag, que se puede degradar en condiciones de altas temperaturas o alta humedad.
El fallo se localiza en los airbags delanteros y provoca que se puedan abrir con demasiada fuerza y proyectar fragmentos de metal del inflador (la caja metálica que contiene la bolsa de aire), que pueden causar «heridas o la muerte» a los ocupantes del vehículo, ha explicado la empresa.
La avería de los infladores de Takata se ha relacionado con la muerte de una quincena de personas en diferentes países y ha llevado a la sustitución de más de 20 millones de airbags de la empresa japonesa instalados en vehículos de 14 fabricantes distintos.
El mayor fabricante de vehículos del mundo se pondrá en contacto con los dueños de los vehículos afectados desde principios de noviembre, y los concesionarios Toyota se encargarán de sustituir los componentes de los airbags afectados en un proceso que lleva entre 1 y 3 horas. (EFE)
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