Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 serán un magnífico escaparate para Japón. Sin embargo, hoy son un quebradero de cabeza por sus altos costes.
Hace poco, un panel del gobierno metropolitano de Tokio hizo público un informe según el cual los costes de la organización de los Juegos podrían cuadruplicarse, con respecto a los cálculos originales, a más de 3 billones de yenes (29.000 millones de dólares).
Por ello, propuso revisar el plan actual para que los gastos no se disparen. El panel planteó, por ejemplo, que algunas sedes se trasladen fuera de Tokio.
Durante una sesión en el Parlamento, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, declaró que su gobierno apoyará la revisión de costes por parte de las autoridades de Tokio, informó la NHK.
Es natural que el gobierno metropolitano de Tokio y el comité organizador de los Juegos Olímpicos asuman la responsabilidad en el estudio de los costes, dijo el primer ministro nipón.
Sería irresponsable, subrayó, que ambos creyeran que el gobierno central se encargará finalmente del asunto.
Los preparativos de Tokio 2020 han sido noticia no precisamente por buenas razones. El diseño original del Estadio Olímpico fue desechado por sus altos costes y el logo originalmente elegido tuvo que ser sustituido tras acusaciones de plagio por parte de un diseñador belga. Además, sobre el comité organizador se ciernen sospechas de soborno para que Tokio fuera elegida como sede olímpica, aunque estas no han sido corroboradas con pruebas.
La transparencia es clave. Abe dijo que el proceso de toma de decisiones tiene que ser claro como el cristal para que los Juegos gocen de aprobación pública.
El gobernante japonés hizo hincapié en que el tiempo y el presupuesto tienen que ser empleados de manera eficaz para embridar los costes tanto como sea posible. (International Press)
Be the first to comment