Tribunal no encuentra motivo para la indulgencia
El 31 de enero de 2015, alrededor de las 10 de la mañana, Miwa Ishibashi (10) fue vista por última vez por su madre cuando esta la llevó a casa de una amiga de escuela en la prefectura de Fukuoka. La mujer la dejó cerca, pero Miwa nunca llegó a casa de su compañera.
Ese mismo día, como la niña no retornó a casa, sus padres alertaron a la policía.
Al día siguiente la policía encontró el cuerpo de la menor, envuelto en una bolsa de plástico, en un closet del segundo piso de la casa de un trabajador de construcción llamado Toshiyuki Uchima.
Uchima fue arrestado y admitió haber estrangulado a la niña.
Un año y ocho meses después, el hombre de 47 años fue condenado a cadena perpetua por el Tribunal de Distrito de Fukuoka, informó Japan Today.
El abogado del hombre dijo que este estranguló a la menor para que dejara de gritar, pero que no tenía intención de asesinarla.
El tribunal, sin embargo, calificó el crimen como «obsceno y brutal».
El asesino, subrayó, secuestró a la niña para abusar sexualmente de ella y no mostró ningún remordimiento por su crimen. Por ello, no hay espacio para la indulgencia.
Uchima compartía techo con su conviviente, que no estaba cuando asesinó a la niña. El hombre tenía antecedentes de agresión sexual. (International Press)
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