El expresidente uruguayo dice que Latinoamérica ha quedado «malherida» por el «golpe» contra la exmandataria brasileña.
El expresidente y senador uruguayo José Mujica dijo hoy que América Latina ha quedado «malherida» tras la destitución de la ahora expresidenta brasileña Dilma Rousseff en un proceso que calificó como una «pantomima» con «toda la apariencia de un juicio» y que tildó de «golpe de Estado».
«Toda esa discusión del Senado fue una gigantesca pantomima para tapar el rabo. Esto estaba decidido y en otra parte. Se montó un escenario, a los efectos de embaucar a la opinión publica, (…) con toda la apariencia de un juicio, pero desde el primer momento esto estaba decidido», opinó Mujica en un acto en Montevideo.
El expresidente participó en la capital uruguaya en una conferencia organizada por la principal central sindical del país suramericano, el Pit-Cnt, para condenar la destitución de Rousseff.
«Lo que ha pasado en Brasil considero que es dramático por la forma que tomó y por la repercusión que tiene Brasil dadas sus dimensiones», dijo a la prensa tras el acto.
En ese sentido, Mujica considera que la región «queda malherida» y «pierde capacidad diplomática de incidir en el peso del mundo».
«Lo mejor para ser dominados es estar bien divididos, esta es una ley vieja», manifestó.
«La corrupción cubre a todos los partidos políticos de Brasil, por igual, menos a la presidenta. Lo más curioso es que la presidenta paga los platos rotos..
«LA DESTITUYEN POR NO ENTRAR A LA CORRUPCIÓN»
“A esta mujer la están condenando por no haber entrado en la corrupción”, afirmó Mujica.
El exmandatario uruguayo (2010-2015) recordó que el proceso de impeachment de Rousseff comenzó luego de que la mandataria se negara a ceder protección parlamentaria a quien era el presidente de la cámara de diputados Eduardo Cunha.
“Existe un señor, Eduardo Cunha, que era presidente del Parlamento y parece que alguien que pasó por Suiza le dejo 5.000.000 de dólares a su nombre pero él no sabe quién fue”, ironizó el senador perteneciente a la coalición oficialista Frente Amplio (izquierda).
Mujica agregó que tanto el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil (izquierda) como la presidenta no intervinieron para evitar que fuera investigado y eso llevó a Rousseff a la condena.
“Y cuál fue el error del PT, error entre comillas y el error de la presidenta, no agarrar viaje para tapar un hecho de corrupción”, concluyó.
«La corrupción cubre a todos los partidos políticos de Brasil, por igual, menos a la presidenta. Lo más curioso es que la presidenta paga los platos rotos (…), nunca en la historia de Brasil se había investigado (la corrupción) como en el Gobierno de ella», agregó.
“Existe un señor, Eduardo Cunha, que era presidente del Parlamento y parece que alguien que pasó por Suiza le dejo 5.000.000 de dólares a su nombre pero él no sabe quién fue..
«DILMA NO ES SIMPÁTICAS CON LOS OPOSITORES»
Preguntado acerca de si considera que hay una falta de movilización por parte de los votantes de la formación política a la que pertenece Rousseff, el Partido de los Trabajadores (PT), el expresidente uruguayo considera que sí y la atribuye a varios factores.
Por un lado, considera que, en el marco de la crisis económica brasileña, Rousseff tomó algunas decisiones «que la gente no entendió».
«La compañera Dilma no tuvo cancha para negociar y sobre todo desconcertó a mucha gente de su propia fila porque quiso frenar el peso de la crisis económica con algún tipo de medida relativamente conservadora en el seno de su economía, un poco sin discutirla con su propia gente», dijo Mujica.
«Es decir, una respuesta demasiado técnica y poco política. Además, no era afecta a conversar con la oposición, parece que Dilma no es simpática con los opositores, todo lo contrario a Lula», añadió.
Rousseff fue hallada culpable de alterar los presupuestos mediante tres decretos no autorizados por el Parlamento y de contratar créditos a favor del Gobierno con la banca pública, lo cual ha negado durante todo el proceso de destitución.
El Senado brasileño destituyó este miércoles a Rousseff con 61 votos a favor y 20 en contra, una decisión que también confirmó como presidente de Brasil a Michel Temer, quien seguirá en el poder hasta el 1 de enero de 2019.
Pese a ello, la ya expresidenta, conservará sus derechos políticos y los beneficios que la legislación le garantiza a los ex jefes de Estado. (Agencias)
Descubre más desde International Press - Noticias de Japón en español
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.
Be the first to comment