Intentó fingir ser una de las víctimas, pero finalmente se descubrió que era el cerebro del robo.
Chihiro Masunari (27) era jefe de una tienda de Pizza Hut en Tokio cuando decidió robar su propio local. Para ello convocó a Kaoru Takahashi (29), un hombre desempleado; Mifumi Suzuki (24), de ocupación desconocida; y un ciudadano chino de 25 años.
El 1 de mayo, alrededor de las 10:30 de la noche, Takahashi ingresó al local y golpeó con una barra de hierro al subgerente de la tienda, rompiéndole el brazo.
Cuando Masunari, el gerente de la tienda, salió de su oficina, Takahashi lo amenazó con un cuchillo y le exigió dinero. Masunari le entregó alrededor de 1,4 millones de yenes (13.550 dólares) que sacó de la caja fuerte. Todo estaba armado (salvo el ataque al subgerente, que no era cómplice de los delincuentes).
El dinero era producto de las ventas del fin de semana, detalló Japan Today.
En el local estaban de turno otros dos empleados, pero no se encontraban cuando se produjo el robo porque Masunari había inventado unos encargos para mantenerlos alejados.
La policía logró identificar a Takahashi a través de imágenes de cámaras de vigilancia de la calle y descubrió que había estado en contacto telefónico con Masunari antes y después del robo.
Masunari y sus tres cómplices han sido arrestados. (International Press)
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