El deportista más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos agiganta su leyenda
El estadounidense Michael Phelps, el deportista más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos, agigantó este martes su leyenda, tras conquistar su vigésimo quinta medalla al colgarse el oro en la final del relevo 4×200 libre.
Un triunfo que permitió al norteamericano, que disputa en Río sus quintos Juegos Olímpicos consecutivos, acumular con los metales logrados hoy un total de 25 medallas -21 oros, 2 platas y 2 bronces-.
Phelps, que apenas una hora antes había logrado el título en los 200 mariposa, remató el excepcional trabajo del cuarteto norteamericano con una última posta que selló el triunfo de Estados Unidos.
El estadounidense se tomó la revancha de la derrota sufrida hace cuatro años ante el sudafricano Chad Le Clos, tras imponerse por delante del nadador africano, que sólo pudo ser cuarto.
Un triunfo que cerró definitivamente en favor del norteamericano la «guerra fría» declarada entre Phelps y Le Clos y que llegó a su punto álgido con el cruce de declaraciones que ambos nadadores protagonizaron el pasado verano.
Distanciados por miles de kilómetros, Phelps y Le Clos se enzarzaron en una pelea dialéctica, tras mejorar el estadounidense la marca que sirvió a Le Clos para proclamarse campeón del mundo en Kazán (Rusia).
El nadador estadounidense no pudo acudir a aquella cita, sancionado por su propia Federación tras ser arrestado meses ante por conducir bajo los efectos del alcohol.
La pugna se trasladó el martes a la piscina del Estadio Acuático de Río de Janeiro, en la que Phelps volvió a evidenciar su condición de rey de la mariposa, tras lograr, con un tiempo de 1:56.36, el oro en una final en la que el sudafricano acabó hundiéndose hasta quedar fuera del podio.
Una marca que sirvió al «tiburón» de Baltimore para aventajar en 4 centésimas al japonés Masato Sakai, que se colgó la plata con un cromo de 1:56.40, tras protagonizar un espectacular último largo que le permitió pasar de la sexta a la segunda plaza.
Completó el podio el húngaro Tamas Kenderesi, el hombre que batió a Phelps en las semifinales, que se alzó con el bronce con un tiempo de 1:53.62. (EFE)
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