Japón destrona a China en gimnasia por equipos
Natalia Arriaga / EFE
Kohei Uchimura, el mejor gimnasta de la historia por número de títulos, logró este lunes en Río el único que le faltaba, el oro olímpico por equipos, que Japón alcanzó tras una remontada memorable para superar a Rusia, líder hasta los dos últimos aparatos y con opciones hasta el final.
Japón destrona así a China, país dominador de la última década y ganador de esta prueba en los Juegos de 2008 y 2012. Los chinos arrastraron un comienzo desastroso y también tuvieron que ir de menos a más, aunque llegaron a tiempo de subir al podio.
Los nipones sumaron 274,094 puntos, por 271,453 de Rusia y 271,122 de China.
El equipo ganador lo formaron Uchimura, que no estuvo brillante pero aseguró los puntos del final, Koji Yamamuro, Ryohei Kato, Yusuke Tanaka y Kenzo Shirai.
Rusia, que empezó en caballo con arcos, se puso al frente en la primera rotación con 759 milésimas de ventaja sobre Alemania (salto), mientras japoneses (caballo con arcos), chinos (suelo) y estadounidenses (suelo) ocupaban de manera inesperada las tres últimas posiciones. Los chinos Lin y Deng y el norteamericano Alexander Naddour se cayeron o se salieron del cuadro.
Unas magníficas anillas, con Denis Abliazin en 15,700 y Nikita Nagornyy y Nikolai Kunsenkov en 14,866, mantuvieron a los rusos al frente tras la segunda ronda.
Japón escaló a la quinta posición pese a que Uchimura fue el peor de sus tres representantes. Ucrania se hundió en el último puesto por la incomparecencia a partir de esta fase, no explicada, de Maksym Semiankiv.
A mitad de competición Rusia seguía al frente, pero ya con solo 2,033 puntos sobre Japón, que había aprovechado su turno de salto para auparse a la segunda plaza. Los dos equipos compartían aparato y se acechaban de cerca.
Les faltaban las paralelas, la barra y el suelo. En principio, todos favorables a Japón. En las primeras, Uchimura no consiguió levantar una vertical y estropeó así un ejercicio que, de otra manera, hubiera sido insuperable. Volvió a ir a rastras de sus compañeros en ese aparato.
Los rusos tiraron de la regularidad de Belyavskiy (15,800) para aumentar ligeramente su ventaja hasta los 1,3 puntos.
Por detrás, China parecía despedirse del podio con una mala presentación de salto, mientras Estados Unidos y Alemania no acababan de dar a sus notas la inyección que necesitaban.
Gran Bretaña y Brasil mantenían esperanzas de alcanzar los puestos de privilegio. El público de la Arena Olímpica hizo cuanto estuvo en su mano para que los jueces fueran magnánimos con los de casa, pero no hubo manera.
Entonces llegaron los chinos, en ese momento quintos, a las paralelas y cambió toda la historia: You Hao superó la barrera de la excelencia al irse hasta los 16,166 y sus compañeros Lin Chaopan (15,900) y Deng Shudi (15,800) no fueron muy a la zaga.
Al tiempo que China se ponía en puesto de podio, Japón superaba por primera vez a Rusia, aunque solo por 208 milésimas. Uchimura, esta vez sí, Tanaka y Kato ofrecieron un catálogo de sueltas, giros y salidas perfectas que los jueces tuvieron que recompensar.
Las tres medallas se jugaban en el último aparato, con japoneses y rusos en el suelo y Rusia en la barra. Los nipones salieron primero con toda la artillería: Shirai, campeón mundial de este aparato (16,133), Kato, cuya nota de 15,466 tardó una eternidad en salir, y Uchimura.
El gran campeón aguantó la presión y taladró sus series al suelo. Cuando acabó, apenas se tenía en pie. Fue al encuentro de sus compañeros dando tumbos, se saludó con los rusos y esperó jadeante su nota: 15,600.
Los rusos necesitaban hacer una media de 15,802 para alcanzar a Japón, pero la distancia se les hizo muy larga. Comprendieron que lo que se jugaban era la plata con China y cuando la última nota, un 14,666 de David Belyavskiy en suelo, se la aseguró, lloraron sin descanso. (EFE)
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