También se declaró seguidor de la masonería
Poco a poco están saliendo a la luz detalles de la vida de Satoshi Uematsu, el asesino de Sagamihara. La agencia Kyodo reveló que Uematsu, durante el breve periodo que estuvo internado en un priquiátrico en febrero, dijo que creía en la filosofía del líder nazi Adolf Hitler.
El autor de la muerte de 19 personas afirmó que se sentía atraído por la “filosofía” nazi, que apuntaba al exterminio de las personas con discapacidad como parte de su ideal de “mejora” de la especie humana.
«La filosofía de Hitler se me ocurrió hace dos semanas», dijo Uematsu el 20 de febrero, según un funcionario de Sagamihara.
«Hay 800 millones de personas con discapacidad en todo el mundo. Se gasta dinero en ellos. El dinero debe ser utilizado para otros fines», dijo.
Un día antes, Uematsu había dicho que era un seguidor de la masonería.
El 18 de febrero, cuando el asesino aún trabajaba en el centro de discapacitados, les dijo a sus perplejos compañeros de trabajo que todas las personas con discapacidad deberían ser asesinadas. El 19 dejó el trabajo. Ese mismo día el municipio de Sagamihara decidió internarlo en un psiquiátrico por el peligro que podía representar.
Sin embargo, el asesino, que dio positivo por marihuana, fue dado de alta alrededor de dos semanas después porque se consideraba que su estado había mejorado.
Las declaraciones de Uematsu sobre los nazis y los discapacitados alertaron a los encargados del centro en el que trabajó durante más de tres años.
El centro, por consejo policial, instaló 16 cámaras de seguridad en sus instalaciones y se mantenía en contacto con la policía.
La policía de la estación de Tsukui tenía registrados los números telefónicos del centro y del guardia de seguridad. Todos sabían que Uematsu era una amenaza. Por ello, la policía pidió al personal del centro que no le permitieran la entrada y que los llamaran si aparecía.
No obstante, los encargados del centro no tenían conocimiento del contenido de la carta que el asesino había dirigido a un diputado y en la que decía que tenía planeado atacar el centro y asesinar a sus residentes.
Lamentablemente, ninguna precaución sirvió.
La matanza ha provocado indignación entre los grupos que representan a las personas con discapacidad, subrayó Kyodo.
Una organización que ampara a las personas con discapacidad en Japón dijo que el asesinato «no era más que un acto basado en la eugenesia, que ve a las personas con discapacidad como personas que no debería existir».
Asimismo, dijo que el país asiático necesita hacer más para crear una sociedad plenamente inclusiva en la que no se margine a nadie. (International Press)
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