El atacante era un estadounidense de origen afgano que residía en una localidad cercana a Orlando.
La matanza perpetrada en un club homosexual de Orlando (EE.UU.) esta madrugada por un hombre armado se cobró la vida de 50 personas, treinta más de lo informado al inicio, y la cifra puede aumentar, pues algunos de los 53 heridos se encuentran en «estado crítico», informaron hoy las autoridades.
Autoridades políticas, de la policía local y de la policía de investigaciones (FBI), responsables de un hospital y un líder de la comunidad musulmana, entre otros, ofrecieron una rueda de prensa para informar sobre la matanza que ha conmocionado a EE.UU. y especialmente a esta ciudad conocida por sus parques de atracciones.
La Noche Latina que se celebraba en el club Pulse este sábado se convirtió en un infierno a partir de las dos de la madrugada (06.00 GMT), cuando una persona armada con una pistola y un rifle de asalto empezó a disparar sobre los que estaban en este centro de diversión de la comunidad LGTB.
Lo ocurrido en el club Pulse es la peor matanza de la historia de EE.UU. provocada por tiroteos masivos, según el sitio web especializado Shootingtracker.com.
Además de informar de las nuevas cifras de víctimas, las autoridades no dieron muchos detalles sobre la marcha de la investigación, para no perjudicarla, y sobre el presunto autor de la matanza, identificado como Omar Mateen, según confirmó el congresista Alan Grayson, que visitó el lugar de los hechos.
Poco se sabe de Mateen, salvo que nació en 1968, era un estadounidense de origen afgano, residía en una localidad cercana a Orlando y falleció también en la discoteca Pulse.
Mateen murió en un enfrentamiento con la Policía, que entró al local para liberar a los rehenes que él había tomado después de disparar a diestro y siniestro.
Uno de los asistentes a la Noche Latina en Pulse que logró escapar dijo a los canales de televisión que una ráfaga de disparos duró más de lo que duró la canción que sonaba en ese momento.
Otro testigo, este identificado como Christopher Hanson, explicó a medios locales que «parecía como una película de horror, totalmente irreal» y que vio «cuerpos cayendo a su alrededor mientras estaba pidiendo una bebida en el bar».
El joven, que explicó que se cayó al suelo y se arrastró hasta el exterior del local, indicó que estaba disfrutando de la música latina y que estaba siendo una «gran noche» pero que en un segundo se convirtió en una «locura».
El congresista Grayson indicó que no hay evidencias de que haya otras personas o grupos relacionados con este suceso, pero que el autor eligió deliberadamente el lugar.
El político dijo que agentes de Policía se han desplazado a la casa del sospechoso para recabar información de sus computadoras, escritos y mensajes en las redes sociales.
Mir Seddique, padre de Mateen, le dijo a NBC News, que «esto no tiene nada que ver con la religión» y que él y su familia están tan conmocionados como lo está todo el país y piden disculpas.
Seddique dijo que su hijo se puso furioso cuando vio a dos hombres besándose en Miami hace unos dos meses y opinó que eso podría haber provocado el ataque al club Pulse.
El jefe de la Policía de Orlando, John Mina, que compareció en la rueda de prensa, señaló que ahora están centrados en identificar a las víctimas y ponerse en contacto con sus familias, mientras que un representante del FBI pidió no poner en peligro la investigación.
Un médico del hospital donde fueron llevadas las víctimas afirmó que hay muchas personas en estado critico y están operando a muchas de ellas, por lo que se necesita sangre para transfusiones.
El médico instó a la población a hacer «ese regalo».
Los llamamientos a donar sangre inundaron las redes sociales. Uno de los que pidió donaciones fue el senador por Florida Marco Rubio, que participó en las primarias para ser el candidato republicano a la Presidencia del país y abandonó la carrera en febrero pasado.
En la discoteca Pulse, situada en el centro de Orlando, había hoy todavía numerosos vehículos de la policía, de bomberos y ambulancias, según pudo constatar Efe desde el perímetro de seguridad de dos cuadras (manzanas) establecido alrededor.
Un robot para detectar y destruir explosivos inspeccionó una camioneta estacionada en el aparcamiento de la discoteca, pero no halló nada sospechoso.
El agente especial del FBI Ron Hopper pidió a las personas que acudieron al club y lo abandonaron antes de que se iniciara el tiroteo que se pongan en contacto con las autoridades para tener más detalles de los sucedido.
Hopper aseguró que no pueden clasificar este suceso todavía como un «crimen de odio o terrorista».
La agencia federal indicó que no hay nuevas amenazas en la zona o en el país relacionadas con ese tiroteo.
La Policía no ha divulgado todavía información sobre las víctimas de la matanza, pero se da por seguro que había muchos hispanos entre el público atraídos por una «Latin Nigth. Reggaeton, Bachata, Merengue, Salsa», según rezaba el cartel de la discoteca.
El club alertó esta madrugada a través de su página en Facebook a los clientes que estaban en ese momento en el local: «Salir todos de Pulse y correr».
A través de la misma red social, Pulse aseguró esta mañana que actualizará la información sobre este «trágico suceso» y agradeció por sus «pensamientos y amor».
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue informado de la matanza y dijo que sus «pensamientos y oraciones están con las familias y los seres queridos de las víctimas», señala un comunicado de la Casa Blanca. EFE
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