Ayudará a contener los vertidos de agua contaminada al océano
La Autoridad de Regulación Nuclear de Japón (NRA) aprobó hoy la utilización de un «muro de hielo» subterráneo en la accidentada central nuclear de Fukushima que ayude a contener los vertidos de agua contaminada al océano Pacífico.
Esto supone que la operadora de la planta, Tokyo Electric Power (TEPCO), podría comenzar este jueves mismo el proceso, que ha sufrido varios retrasos, para congelar el subsuelo alrededor de los edificios de los cuatro reactores más afectados por el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011.
«Esta operación supone un desafío, y es necesario llevarla a cabo con extrema atención y disponiendo de todos los datos necesarios (para su seguimiento)», dijo al término de la junta celebrada hoy el presidente de la NRA, Shunichi Tanaka, en declaraciones recogidas por la cadena pública de radiotelevisión NHK.
El regulador ha querido analizar con atención este proyecto, planteado originalmente en 2013, hasta certificar que TEPCO, que cuenta con un largo historial de negligencias, puede gestionar correctamente este sistema sin provocar fugas adicionales de agua radiactiva en las instalaciones.
Para el procedimiento se han insertado en la tierra, en torno a las cuatro unidades, más de 1.500 tuberías hasta una profundidad de unos 30 metros.
A través de estas tuberías se inyectará una solución salina a una temperatura de menos 30 grados que congelará la tierra en contacto con las canalizaciones y creará así una barrera helada que debería evitar que las aguas subterráneas penetren en las estructuras de los edificios, donde se mezclan con refrigerante contaminado.
El objetivo es lograr reducir el volumen de este agua radiactiva que se acumula en los sótanos de los edificios y que se filtra después por efecto del rebalsamiento al océano Pacífico.
Actualmente entre 150 y 200 toneladas de agua penetran diariamente en las estructuras y se cree que este sistema reduciría la cantidad a solo 50 toneladas cuando esté a pleno rendimiento.
La primera de las tres fases del procedimiento para crear el muro durará unos tres meses y se cree que los efectos del mismo empezarán a percibirse dentro de unos 40 días, aproximadamente. (EFE)
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