El día que la secuestró la llamó por su nombre completo.
La policía japonesa desveló hoy que el secuestrador de la niña retenida durante dos años la vigiló antes del rapto, que fue «planeado» y «preparado durante un tiempo» ya que se dirigió a ella por su nombre completo el día del secuestro.
Tras dos años de cautiverio, la adolescente japonesa de 15 años logró escapar el pasado domingo del apartamento del centro de Tokio en el que permanecía retenida gracias a que su captor olvidó cerrar con llave al salir de la vivienda.
La joven, que fue vista por última vez el 10 de marzo de 2014, realizó una llamada a su familia desde una cabina telefónica con los 170 yenes (alrededor de un euro y medio) que su secuestrador había dejado en el apartamento.
Según las autoridades niponas, Kabu Terauchi, de 23 años, abordó a la menor llamándola por su nombre completo y le dijo que sus padres se iban a divorciar y que él era su abogado. Así logró que la joven se introdujera en su vehículo, donde le vendó los ojos y la condujo hasta una vivienda en Chiba (este de Tokio) en la que la confinó hasta el pasado mes de febrero.
La policía japonesa cree que el secuestrador introdujo algún mecanismo en la puerta principal de esta vivienda para evitar que la joven escapase, algo que al parecer no hizo en el apartamento al que condujo a la víctima hace apenas un mes.
durante su cautiverio permanecía encerrada en una habitación aunque tuvo acceso a internet…
Según el testimonio de la niña, que en el momento del rapto tenía 13 años, durante su cautiverio permanecía encerrada en una habitación aunque tuvo acceso a internet y pudo conocer que sus padres la continuaban buscando.
La adolescente, que se sometió a un chequeo médico tras su liberación y ya se ha reunido con su familia, reveló además que el secuestrador le obligó a escribir las notas manuscritas encontradas en el buzón de la casa de sus padres en las que pedía que no la buscasen.
Terauchi, que fue detenido ayer en una localidad a 130 kilómetros de Tokio, se encuentra aún ingresado en el hospital tras haberse autolesionado con una cuchilla en el cuello y aún no ha declarado ante las autoridades.
El hombre, que se había graduado en ingeniería recientemente en la Universidad de Chiba y tenía licencia de vuelo, no mantenía una relación muy regular con su familia, que se encuentra conmocionada por el secuestro, informó la agencia Kyodo.
Por otro lado, el director de la Comisión nipona de Seguridad Pública, Taro Kono, pidió analizar si se ha producido algún fallo durante la investigación del caso que, pese a extenderse durante dos años, no ha arrojado ningún resultado positivo, algo que ha sido objeto de críticas. EFE
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