Diario británico expone caso de artista caída en desgracia por estar con un hombre casado
De popular figura de la televisión japonesa a persona non grata en la industria del entretenimiento. ¿Por qué la actriz y modelo Becky cayó en desgracia? ¿Cuál fue su “delito”? Tener una relación con un hombre casado.
El diario británico The Guardian publicó un extenso artículo sobre el caso de Becky (31) para mostrar la dureza con que en Japón se trata a las mujeres del mundo del espectáculo.
Hasta antes de que se hiciera público su romance con Enon Kawatani (27), cantante de la banda Gesu no Kiwami Otome, Becky aparecía en diez comerciales y en al menos media docena de programas de variedades.
De padre británico y madre japonesa, Becky, guapa y agradable, tenía una imagen minuciosamente construida para gustar al público japonés. Todo se fue al tacho en un santiamén cuando la prensa publicó mensajes de texto privados entre el cantante y ella.
La artista ha desaparecido de la TV y perdido contratos de comerciales y un programa de radio. De acuerdo con su agencia, Sun Music, sufre de depresión.
Su situación, revela The Guardian, ha avivado el debate sobre el fuerte control que las poderosas agencias de talentos en Japón ejercen sobre cantantes, actores y celebridades.
Las agencias exigen a sus artistas mujeres conductas intachables.
Philip Brasor, experto en medios y cultura japonesa, explica que como muchas celebridades que aparecen en televisión, Becky era una figura televisiva por su imagen de mujer alegre, agradable y correcta. Si esa imagen se estropea, pierde valor.
Las agencias invierten tiempo y dinero en crear estas celebridades y construir una marca asociada a su imagen. La imagen es todo en ellas.
Para las agencias, las figuras como Becky tienen valor mientras le gusten a la gente. Mientras más le gusten, más valor tienen. Y a la gente le gusta el artista, pero también la persona. Todo. El paquete completo. Por eso, “sus vidas privadas son propiedad de las agencias», dice Brasor.
El público es duro si un artista le “falla”. Aunque se trate de su vida privada. Cuando recientemente una cadena de televisión usó imágenes de Becky grabadas antes de que el escándalo estallara, recibió más de 1.000 quejas en tan solo 10 minutos.
¿Y qué fue de Kawatani? ¿Su carrera también se ha hundido? Aparentemente no ha sido afectada.
Una experiencia similar sufrió Minami Minegishi, exintegrante de la banda femenina más popular de Japón, AKB48, cuando en 2013 una revista publicó fotografías de ella saliendo de la casa de su novio.
¿Qué tiene de malo pasar la noche con un novio? Nada, pero en la industria del entretenimiento japonesa…
Minegishi se rapó la cabeza y subió un video a YouTube para pedir perdón entre lágrimas: «Como antigua integrante del grupo, es mi responsabilidad ser un ejemplo para las más jóvenes. Todo lo que hice fue enteramente mi culpa. Lo siento mucho». (International Press)
Neon Kawatani, Y QUÉ FUÉ DE ÉL.,¿? LO SANCIONARÓN.
DEBERÍA SER SANCIONADO TAMBIÉN.
Jaja. Ustedes siempre buscando la peor fuente posible de información!
The Guardian, un diario que sigo de cerca, es otro claro ejemplo de prensa anti-japonesa.
Por poner un ejemplo, AKB48 tiene 10 años juntando éxitos. Pero cierta «prensa» solo informa cuando Minegishi se afeitó la cabeza. Eso vende mucho.
Informar solo «eso», sin poner un contexto del grupo o de la cultura japonesa de pedir perdón cuando uno rompe las normas sociales, o mostrarla ahora que sigue trabajando y está mejor que nunca…. es mentir.
Volviendo a Becky, los mismos lectores de The Guardian, los que no son claramente xenófobos, aclaran que tanto Becky como Kawatani están pasando un mal momento. Por qué? Simplemente porque Kawatani es un hombre casado, y el romance de estas dos personas, rompe las normas sociales de Japón (o de cualquier otro país).
Pero, mientras que en Japón la sociedad condena firmemente a los que rompen las reglas (los ladrones, los asesinos, los narcotraficantes, los infieles, etc), en ciertas sociedades occidentales hasta los premian! Más si son ricos y famosos. Pues no, en Japón no te perdonan si sos rico o famoso.
Bravo por Japón.
Y un abucheo a The Guardian por mentir a diario sobre Japón.