La inteligencia artificial puede reducir enormemente los accidentes de tráfico
El mayor fabricante mundial de coches, Toyota Motor, anunció la creación de una nueva empresa de investigación y desarrollo de inteligencia artificial (IA) y robótica aplicadas a automóviles y a otros productos enfocados a personas dependientes.
El gigante nipón invertirá 1.000 millones de yenes (7,5 millones de euros/8,2 millones de dólares) en los próximos cinco años en la compañía, que será bautizada como Toyota Research Institute (TRI), quedará establecida en enero y tendrá su sede en Palo Alto (Estados Unidos), epicentro del famoso Valle del Silicio californiano.
La compañía, que contará con otra oficina cerca del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Boston, tendrá como consejero delegado al estadounidense Gill Pratt, que ya es asesor técnico de Toyota.
Pratt es exdirector de Programa en la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada en Defensa de EEUU (Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA), en inglés).
TRI es el siguiente paso dentro de la apuesta por la IA de Toyota, que el pasado septiembre ya anunció un programa de colaboración en este terreno con la Universidad de Stanford y el MIT que recibirá 45 millones de euros de aquí a 2020.
La nueva empresa «cubrirá el hueco entre investigación básica y el desarrollo de productos», explicó Pratt durante el acto celebrado en Tokio para presentar TRI.
Además de mecanismos para mejorar la seguridad en carretera, TRI se centrará en sistemas de apoyo para que conduzcan personas dependientes o discapacitadas y en desarrollar, también para éstos, apoyos robóticos para facilitar el día a día, en la línea del androide HSR de Toyota, que ya está en la última fase de desarrollo.
«La IA puede reducir enormemente el número de accidentes de tráfico aunque no eliminarlos por completo. Por eso las personas y las máquinas deben colaborar cada vez más», recordó por su parte el presidente de Toyota, Akio Toyoda, también presente en el evento.
Toyoda insistió en la importancia de combinar IA y macrodatos (el llamado «Big data») para avanzar en este terreno, algo que ya está haciendo, por ejemplo, en sus sistemas de frenada automática o en sus prototipos de conducción autónoma.
Pratt y Toyoda quisieron dejar claro una vez más que en lo referente a tecnología de piloto automático, la empresa apuesta por los llamados sistemas de autonomía en paralelo, que requiere que coche y conductor interactúen.
«Un coche que se conduce solo nunca, nunca será tan inteligente como una persona tras el volante», remató Pratt. (EFE)
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