Última apuesta hotelera en un país donde expresar sentimientos es casi un tabú
María Roldán / EFE
Un refugio diseñado para que las mujeres puedan llorar a moco tendido con la ayuda de películas y libros lacrimógenos. Son las «habitaciones del llanto», la última apuesta hotelera en la capital de Japón, un país donde expresar sentimientos es casi un tabú.
Sin grandes florituras ni excesos en la decoración, estas estancias del Mitsui Garden de Yotsuya, un céntrico hotel cuatro estrellas en Tokio, invitan a las inquilinas a aliviar sus problemas a través del llanto.
Su reclamo es una modesta estantería en la que encontrarán lo necesario para sollozar hasta quedarse satisfechas.
Pasar la noche en una de estas «habitaciones del llanto» cuesta entre 10.000 yenes (74 euros/83 dólares) y un máximo de 20.000 yenes (148 euros/167 dólares), dependiendo del tamaño del dormitorio.
La estancia, que en materia de decoración no se diferencia de las del resto del hotel, cuenta con una selección de 12 películas de lágrima fácil entre las que se incluyen éxitos de taquilla como «Esencia de mujer» (Scent of a Woman, 1992) o «Forrest Gump» (1994), además de filmes asiáticos de corte romántico.
Las que prefieran entrar en un estado anímico «sensiblero» con la lectura encontrarán cuatro mangas (cómic japonés) para chicas como «Tenshi Nanka Ja Nai» (No soy un ángel), de Ai Yazawa, editada en España por Planeta DeAgostini, y «My Girl», de Mizu Sahara, todos con una extensión adecuada para devorarlos en una noche.
Con el objetivo de ayudar a las inquilinas a escoger la obra idónea para desahogarse, la habitación incluye una guía con un cuestionario sencillo para determinar si lo más adecuado es ver una película romántica o mejor una que trate sobre la amistad.
Los japoneses, hombres y mujeres, suelen tener dificultad para expresar sus sentimientos. En un país en el que muchos se rigen por la filosofía del «Honne» (lo que uno realmente piensa) y el «Tatemae» (lo que uno dice públicamente), dar rienda suelta a las emociones puede considerarse algo vergonzoso.
La «Nakeru heya» surgió como una alternativa para la mujer moderna, azorada por compatibilizar el trabajo con la vida personal y social, un espacio en el que «desahogarse y dar rienda suelta a las lágrimas para liberar el estrés», explica a Efe Azusa Mugi, portavoz del hotel.
La idea no es casual, surge del manual «Kokoro ni kiku namida serapi» (La terapia de las lágrimas efectiva para el corazón), un volumen disponible en la habitación que aboga por el llanto como método para aliviar la tensión y la ansiedad, asegura Mugi.
Por supuesto, tan importante como que sus clientas se desahoguen es que una vez hayan dado rienda suelta a sus sentimientos, tengan un descanso reparador.
Por ello, la habitación incluye un set de belleza con parches calmantes para rebajar la tensión de zonas como el cuello, un antifaz de noche perfecto para que desaparezcan las bolsas de los ojos tras una buena llorera y, por supuesto, una enorme cantidad de pañuelos desechables.
El hotel Mitsui Garden puso en marcha el proyecto el 25 de marzo y tiene previsto mantenerlo hasta el próximo 31 de diciembre, aunque se plantean extender el período «si se populariza la iniciativa», manifiesta Tomoo Sugiura, gerente del complejo.
Hasta el momento, más de una veintena de mujeres han contratado el paquete hotelero, todas ellas japonesas, aunque también es posible para las extranjeras reservar este alojamiento.
«Es posible que el hecho de que la página web esté íntegramente en japonés favorezca que únicamente acudan mujeres niponas», opina Sugiura, quien espera que las clientas sigan acudiendo a esta singular alcoba para aliviar sus lágrimas, por un módico precio.
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