Mujer fue forzada por contrato firmado cuando era menor de edad
Un fallo histórico. La decisión del Tribunal de Distrito de Tokio de fallar a favor de una actriz porno que deseaba abandonar la industria allana el camino para que otras personas puedan alejarse de la pornografía sin tener que preocuparse por las sanciones, destaca Japan Times.
En la primera causa judicial de este tipo, a principios de mes el Tribunal de Tokio desestimó una demanda presentada por una productora porno contra una joven mujer, cuya identidad no se ha sido revelada para proteger su privacidad, que exigía más de 24 millones de yenes (200.000 dólares) en compensación por daños y perjuicios debido a que la chica decidió repentinamente dar por terminado su contrato.
La productora no apeló.
La mujer decidió poner fin a su contrato con la compañía después de haber sido obligada a aparecer en una serie de obras obscenas cuando todavía era menor de edad y en una película porno una vez que alcanzó la mayoría de edad.
El tribunal arguyó que el rodaje de una película porno, que requiere inevitablemente que los actores tengan sexo, no debe llevarse a cabo en contra de la voluntad de estos.
Desnuda y aterrorizada ante la mirada del equipo de rodaje, se vio obligada a mantener relaciones sexuales con hombres que no conocía
«Que el tribunal declare que las empresas no están autorizadas a hacer que las personas se involucren en relaciones sexuales sin su consentimiento es un fuerte mensaje contra la explotación sexual de las mujeres, y se espera que impulse un movimiento para el establecimiento de una legislación contra dicha industria», dijo Kazuko Ito, que actuó en representación de la chica.
Gracias a este fallo, los actores ya no tendrán que filmar videos porno si les resulta inaceptable, independientemente de lo que diga su contrato, resaltó Ito, quien, además, indicó que no existe una ley en Japón que regule el funcionamiento de este tipo de negocios ni una entidad del gobierno que los supervise.
La chica recibió con beneplácito la decisión judicial, pero el mal trago está lejos de haber pasado. ¿Por qué? Aunque ella se haya apartado de la industria porno, las obras en las que participó circulan por internet, “no importa cuán desesperadamente quiera olvidarme de ellas «.
La mujer tiene miedo de que alguien que la conozca encuentre alguna vez uno de los trabajos que hizo. «Vivir así para siempre es un sufrimiento y nunca se lo perdonaré a la industria (porno)”.
La chica firmó un contrato con la productora porno cuando era una estudiante de preparatoria tras haber sido contactada por un reclutador en la calle que le prometió convertirla en una estrella de TV.
Sin sospechar nada malo, la entonces menor firmó un contrato (de esos que los abogados llenan con una redacción alambicada y palabras difíciles para enredarte) que no mencionaba la pornografía.
Con el papel firmado, la chica se vio atrapada en el mundo de la pornografía, en trabajos obscenos que ni siquiera le pagaban.
Quiso renunciar y así se lo hizo saber a la productora, pero está amenazó con demandarla y contarles a sus padres en qué andaba metida. La joven pidió una copia del contrato y no se la dieron.
Cuando la chica alcanzó la mayoría de edad, la empresa le ordenó actuar en una película porno.
Desnuda y aterrorizada ante la mirada del equipo de rodaje, se vio obligada a mantener relaciones sexuales con hombres que no conocía, relata Japan Times. La menor barajó la posibilidad de suicidarse.
Afortunadamente no lo hizo y, además, logró que un tribunal de justicia emitiera un fallo que ayudará a muchas chicas en su situación.
Setsuko Miyamoto, representante de una organización que lucha contra la pornografía y la violencia sexual, dijo que casos como el de la chica eran cada vez más comunes. Desde 2012, su organización ha tratado 93 casos de actores porno (hombres y mujeres) que deseaban renunciar a la industria. Muchas de las víctimas habían sido violadas. (International Press)