Suicidios aumentan en el reinicio de las clases
Shiko Ishii dejó de ir a la escuela en segundo año de secundaria. Se sentía como una persona inútil después de no aprobar un examen.
Sin esperanza de ningún tipo, escribió una nota de suicidio, pero felizmente se enteró de la existencia de instituciones no formales que ofrecen programas educativos –las llamadas «escuelas libres»– en una librería.
Ishii hoy tiene 33 años y es editor jefe de la editorial Zenkoku Futoko Shimbun Sha, que apoya a los chicos que no asisten a la escuela.
El 1 de septiembre, día en que muchos colegios reanudan sus clases tras las vacaciones de verano, es el día del año en que más japoneses en edad escolar se suicidan.
La editorial publicó en su sitio web un mensaje a los estudiantes a quienes angustia retornar a la escuela (por ser víctimas de ijime u otras razones) para pedirles que se “tomen un descanso”. Si el colegio es motivo de sufrimiento, si provoca ideas de muerte, mejor no asistir. Faltar a clases no debería avergonzar, pues podría salvar la vida.
«Yo pude aceptarme a mí mismo por primera vez después de saber que había otras personas que también sufrían por no poder ir a la escuela. Quiero que los niños sepan que la escuela no es la única opción», declara Ishii a Mainichi Shimbun.
Por su parte, Natsue Onda recuerda: «Era duro volver a la escuela (después de las vacaciones)». Onda tiene 29 años y organiza programas escolares gratuitos que desarrollan actividades durante viajes en barco.
Cuando era estudiante de segundo grado, Onda comenzó a dudar sobre la educación escolar. Le costaba retornar a la escuela tras las vacaciones y poco después comenzaría a faltar a clases. No se sentía a gusto. Se encerraba en su mundo y se lastimaba a sí misma.
Cuando tenía 19 años se unió a una organización no gubernamental que trabaja en programas de intercambio internacional. Le cambió la vida.
«Conocí a gente de diferentes edades, orígenes y experiencias. Encontré consuelo en tener un lugar donde no me comparaban con nadie», dice. Todo eso que aprendió y vivió lo vuelca hoy en su trabajo de apoyo a chicos que fueron como ella. (International Press)
