Exportaciones caen como consecuencia directa del desinfle de la economía china
Antonio Hermosín / EFE
La economía nipona retrocedió un 1,6 % en el segundo trimestre a ritmo anual, lo que supone un nuevo revés para la estrategia económica del Gobierno, «Abenomics», y eleva la presión sobre el mismo para aplicar medidas adicionales de estímulo.
El Producto Interior Bruto (PIB) de la tercera economía mundial se contrajo entre abril y junio lastrado por la debilidad del consumo y de las exportaciones, y en comparación con el trimestre anterior se ralentizó un 0,4 %.
Se trata del primer frenazo del PIB de Japón tras seis meses de crecimiento que pusieron fin a su recesión técnica registrada entre abril y septiembre de 2014, y tiene lugar después de que en el primer trimestre del año la economía nipona se expandiera a un sólido ritmo del 3,9 % interanual.
Aunque la caída entraba en las previsiones de los analistas, vuelve a poner de relieve la preocupante debilidad del consumo doméstico y la dependencia de la industria nipona de una economía china sumida en la ralentización, factores que amenazan con atenazar a Japón.
El ministro nipón de Política Económica y Fiscal, Akira Amari, achacó la contracción a «factores estacionales», y señaló en una rueda de prensa que se prevé un repunte del PIB en julio-septiembre.
El consumo, que representa casi el 60 % del PIB nipón, se contrajo un 0,8 % en relación a enero-marzo, debido a motivos como el mal tiempo o el encarecimiento de los alimentos y otros productos básicos, según señalaron analistas nipones.
Este fue su primer descenso desde abril-junio de 2014 -cuando entró en vigor la subida del IVA-, lo que demuestra que las subidas salariales promovidas por el Ejecutivo de Shinzo Abe desde entonces no han sido suficientes para mantener un consumo doméstico robusto.
Las exportaciones, el otro motor del PIB nipón, cayeron por su parte un 4,4 % como consecuencia directa del desinfle de la economía china, principal socio comercial de Japón, y de sus efectos en otros países del sudeste asiático.
En este sentido, la «poco previsible aceleración de la economía de China» durante los próximos meses supone «un factor de riesgo» para el PIB nipón, señaló el economista Kenji Tanaka, del Banco nipón de Desarrollo, en unas declaraciones a la agencia local Kyodo.
Asimismo, la inversión de capital corporativo, otro de los indicadores que el actual Gobierno trata de mejorar para relanzar la economía, mostró un retroceso del 0,1 %.
En cambio, la inversión pública, fortalecida por el programa de reforma económica del Ejecutivo, se mantuvo en buen nivel y mostró un crecimiento intertrimestral del 2,6 %.
Ante esta situación, el Gobierno «no planea por ahora tomar medidas complementarias» de estímulo, aunque sí continuará presionando a las grandes corporaciones para que sus ganancias repercutan en el poder adquisitivo de los empleados, según dijo el ministro de Economía y Finanzas.
Pese a que muchas de las grandes empresas niponas registraron beneficios récord en 2014, «todavía no han aplicado suficientes subidas salariales ni realizado fuertes inversiones de capital», señaló Amari, que destacó la necesidad de «revertir esta dinámica».
Algunos economistas nipones mantienen que el Banco de Japón (BoJ) debe imprimir un nuevo impulso a la economía con medidas adicionales de flexibilización, mientras que otros advierten que esto devaluaría más el yen, lo que a su vez encarecería las importaciones y dañaría al ya débil consumo doméstico.
De hecho, las expectativas sobre nuevos estímulos animaron a la Bolsa de Tokio, que cerró con ganancias pese a la contracción del PIB.
El BoJ activó en abril de 2013 un programa masivo de compra de activos -la principal herramienta del «Abenomics»- con la idea de ampliar la base monetaria y dejar atrás casi dos décadas de deflación.
En cualquier caso, la eficacia del «Abenomics» vuelve a estar en duda en un momento delicado para el Gobierno del primer ministro conservador, después de que su popularidad se viera resentida por la reforma militar y por la reactivación del primer reactor en Japón tras dos años de apagón nuclear.