NHK adelanta detalles de esperada declaración, a 70 años de la rendición de Japón
El primer ministro nipón, Shinzo Abe, incluirá términos como «agresión» y «perdón» en el esperado discurso que pronunciará esta semana con motivo del 70 aniversario del final de la II Guerra Mundial, adelantó hoy la cadena de pública NHK.
Esto supondría mantener la postura de anteriores gobiernos con respecto a las acciones llevadas a cabo por el Japón imperial antes y durante el conflicto.
Todas las miradas, y especialmente las de los países vecinos que padecieron el colonialismo nipón hasta el final de la contienda, están puestas en el discurso que leerá el 14 de agosto el primer ministro japonés, conocido por defender posturas revisionistas y cuya familia perteneció a la elite del Gobierno imperial.
NHK aseguró que el borrador incluye los términos «perdón», «agresión», «profundo arrepentimiento» o «dominio colonial», lo que equipararía el texto con lo expresado por el Ejecutivo de Tomiichi Murayama en el 50 aniversario del fin de la guerra y por el de Junichiro Koizumi diez años después.
Las fuentes consultadas por NHK aseguraron que Abe quiere disipar cualquier duda con respecto a su postura sobre la guerra.
Y es que muchos han pedido al Gobierno Abe que en este aniversario no suavice sus disculpas después de que el Ejecutivo nipón cuestionara en 2014 la verificación de los testimonios que dieron lugar a la llamada «declaración Kono».
Esa declaración, publicada en 1993 y que finalmente ha quedado intacta, supuso el primer reconocimiento oficial por parte de Tokio del reclutamiento forzoso de cientos de miles de mujeres en Asia realizado por el ejército imperial para que sirvieran de esclavas sexuales a las tropas.
Según NHK, Abe revisa estos días el borrador del discurso con miembros de su formación, el Partido Liberal Demócrata (PLD), y de su socio de coalición, el budista Nuevo Komeito, y es posible que realice «cambios menores» en la versión final, que será aprobada por el Consejo de Ministros el viernes poco antes de su lectura pública.
Países vecinos como China y Corea del Sur han endurecido su postura con Tokio tras la llegada del conservador Abe al Gobierno en 2012 y le han instado a que reconozca los actos del Japón imperial y a disculparse sinceramente por ellos.
Seúl, de hecho, exige a Tokio que compense económicamente a las surcoreanas que fueron convertidas en esclavas sexuales por el ejército nipón, una indemnización que el Gobierno japonés asegura que quedó zanjada en 1965 cuando ambos países retomaron relaciones diplomáticas. (EFE)