722 personas murieron en las minas por las condiciones inhumanas de trabajo
La compensación que la multinacional japonesa Mitsubishi ha ofrecido a ciudadanos chinos a los que obligó a realizar trabajos forzados durante la Segunda Guerra Mundial ha dividido a las víctimas y sus familiares en China, ya que no todos la consideran suficiente, informaron hoy medios locales.
De acuerdo con la agencia Xinhua, un primer grupo de afectados, formado por 37 familias de antiguos esclavos de Mitsubishi, anunció ayer que aceptaba, aunque a regañadientes, la indemnización de 16.000 dólares ofrecida a cada uno de los afectados.
«Estamos insatisfechos con las disculpas y con la compensación de Mitsubishi, pero hemos decidido aceptar la conciliación tras consultar con muchos supervivientes, que ya tienen una avanzada edad y quieren resolver la cuestión urgentemente», destacaron estas familias en un comunicado conjunto.
Sin embargo, el abogado de otras 500 familias afectadas por los trabajos forzados, Deng Jianguo, señaló en declaraciones al diario Global Times que continuarán con sus demandas.
«Algunos pensamos que Mitsubishi debería dar entre 600.000 y un millón de yuanes (entre 97.000 y 160.000 dólares)» a cada víctima, subrayó Deng, quien acusó de «falta de sinceridad» al gigante japonés en sus disculpas.
A finales de julio, Mitsubishi pidió públicamente perdón por el uso de prisioneros de guerra estadounidenses durante el conflicto bélico (1939-45) y al mismo tiempo se informó de su oferta de compensación a las víctimas chinas.
Unos 40.000 ciudadanos chinos realizaron trabajos forzados en Japón durante la guerra (3.765 de ellos para Mitsubishi, entonces una firma minera), de los que alrededor de 7.000 murieron por las condiciones inhumanas en que trabajaron (722 en las minas de Mitsubishi).
Desde la década de los 90, víctimas de estos trabajos forzados han presentado en China denuncias contra las firmas japonesas en las que fueron esclavizados, y aunque los tribunales chinos han fallado en su favor en algunos casos, rara vez sus demandas han encontrado eco en el país vecino.
China celebra este año el 70 aniversario del fin de la guerra con un desfile militar en Pekín que analistas occidentales consideran un desafío contra Tokio, en un momento de frías relaciones entre los gobiernos de las dos potencias asiáticas debido a cuestiones territoriales e históricas. (EFE)