Kimiya Yui, a bordo de la Estación Espacial Internacional, cumple un sueño de infancia
El astronauta japonés Kimiya Yui soñaba con ir a Marte cuando era un niño en su tierra natal, Nagano. A los 45 años, Yui se encuentra a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), adonde llegó tras partir desde el cosmódromo de Kazayistán en la nave espacial rusa Soyuz junto con un astronauta estadounidense y otro ruso.
Mientras salía del hotel en el que estaba alojado, Yui levantó el pulgar prometiendo que daría lo mejor de sí mismo y formó un corazón con sus manos en un mensaje dirigido a su familia.
En Japón, el papá de Yui, Sukeji (78), asistió al lanzamiento del Soyuz sosteniendo una fotografía de su esposa fallecida cuatro años atrás.
Orgulloso de ser testigo de cómo Kimiya ha cumplido su sueño de estar en el espacio exterior, el anciano dijo en declaraciones recogidas por Mainichi Shimbun: “Estoy emocionado de ver a mi hijo convertido en un superhombre».
El nombre de Kimiya lleva el ideograma que significa “tortuga”. “Al igual que una tortuga, yo quería que él se esforzara por alcanzar una meta a la vez”, dijo Sukeji. Dicho y hecho.
Cuando era niño, Yui ayudaba a su padre en la granja y casi todas las noches veía las estrellas a través de un telescopio. En su anuario de la escuela primaria escribió: «Voy a ir a Marte».
Yui estudió en la Academia Nacional de Defensa. Tras graduarse se unió a las Fuerzas de Autodefensa Aéreas, donde recibió un entrenamiento intenso y se convirtió en piloto de los aviones de combate F-15.
El sueño de alcanzar las estrellas parecía haber quedado aparcado, pero lo recuperó tras ver la película estadounidense “Elegidos para la gloria”, en la que pilotos de aviones de combate se convierten en astronautas.
Incentivado por su esposa, Yui decidió presentarse a una prueba de selección para aspirantes a astronautas en 2009 (el primer examen de este tipo llevado a cabo por la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón en una década) y aprobó.
«La gente puede tener la idea de que a medida que envejeces tienes menores posibilidades, pero eso no es cierto. No deberías ponerte tus propios límites», dijo Yui. «Estoy confiado y lleno de entusiasmo”, reveló antes de partir rumbo al espacio. Sueño cumplido. (International Press)
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