Empresas podrían enfrentar multas de hasta 200 millones de yenes
El parlamento nipón aprobó hoy la revisión de una ley que permitirá a las autoridades investigar directamente a los fabricantes de repuestos cuando se estudien rellamadas masivas de vehículos, como la que se ha registra actualmente por los airbags de la empresa Takata.
La revisión de la Ley de Vehículos de Transporte por Carretera concede autoridad al Ministerio de Transportes para realizar inspecciones in situ y exigir a los proveedores de componentes de automóvil que faciliten toda información requerida cuando se sospeche que puedan existir defectos de fabricación.
Hasta ahora, el Gobierno nipón solo podía investigar a las empresas que manufacturan piezas a través de los fabricantes de los vehículos que las emplean, un procedimiento que ralentizaba las pesquisas.
Tras la reforma de la ley los fabricantes de componentes que se nieguen a cooperar podrían enfrentarse a multas de hasta 200 millones de yenes (1,43 millones euros/1,62 millones de dólares).
Del mismo modo, individuos relacionados con dichas empresas podrían encarar penas de hasta un año de prisión y multas de hasta 3 millones de yenes (21.500 euros/ 24.000 dólares).
La reforma se produce en un momento en que la empresa japonesa Takata está envuelta en una de las mayores rellamadas de la historia, la cual afecta a unos 53 millones de coches en todo el mundo debido a un defecto en sus airbags, que pueden abrirse con demasiada fuerza y proyectar fragmentos metálicos.
La avería está ligada con la muerte de al menos siete personas en Estados Unidos y Malasia.
Tan solo en Japón, 12 fabricantes -entre ellos Honda, Toyota o Nissan- han tenido que llamar a revisión unos 7,41 millones de vehículos debido a estos problemas con los airbags de Takata, según datos del Ministerio de Transporte. (EFE)
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