Se exhibían delante de extraños teniendo relaciones y a veces se filmaban
Constantes quejas de usuarios forzaron el cierre de un onsen mixto en la prefectura de Tochigi el pasado 1 de junio. El baño de aguas termales era usado por algunos clientes como escenario para realizar actos obscenos.
La prensa nipona, cuya versión recoge el sitio Tokyo Reporter, ha ofrecido nuevos detalles sobre el caso. Un empleado del sector turístico local revela que había hombres que llevaban a sus esposas o novias para exhibirse con ellas en el onsen, y hacían que estas le practicaran sexo oral o mantenían relaciones sexuales delante de extraños.
También había intercambio de parejas. En plan de “juego”, un cliente le decía a otro: “Viola a mi esposa”.
Las familias que acudían a los baños terminaban conmocionadas después de ver todo esto.
Además, se filmaban videos para adultos y se tomaban fotos íntimas de bañistas. Parte de este material se difundía en internet.
Esto no era nada nuevo, pues ya venía ocurriendo desde hace diez años. Y no se circunscribía a este onsen.
En un onsen de Saitama también ocurren “travesuras eróticas”, según Taizo Ebina, un escritor especializado en la industria sexual nipona. Hay hombres que depilan el vello púbico de sus esposas y las satisfacen con juguetes sexuales.
En internet, las imágenes de una mujer tomada en un onsen pueden comprarse desde 50 hasta 2.000 yenes (0,4 a 16 dólares). (International Press)