Se cumplen seis meses de la erupción del monte Ontake
Un panel de expertos nipones ha presentado un conjunto de medidas para mejorar la vigilancia de los volcanes activos y evitar tragedias como la erupción del monte Ontake, la más mortífera en Japón desde 1926 y de la que se cumplen hoy 6 meses.
Los expertos del Centro de Gestión de Desastres del Gobierno nipón recomiendan cambiar el sistema de alerta actualmente empleado para señalar actividad en los volcanes, así como mejorar la concienciación de montañeros y senderistas ante posibles catástrofes, entre otras medidas concretas recogidas en un informe.
Estas propuestas fueron elaboradas por encargo del Ejecutivo con el objetivo de reforzar la capacidad de prevención y de aplicar «las lecciones» aprendidas tras la erupción del monte Ontake, según dijo el director del panel, Toshitsugu Fujii, en declaraciones recogidas hoy por la cadena pública NHK.
Este volcán entró en erupción el pasado 27 de septiembre mientras centenares de montañeros se encontraban en sus faldas y en la cima haciendo senderismo y dejó 63 muertos o desaparecidos.
Dos semanas antes de la erupción, la Agencia Meteorológica Nipona (JMA) había detectado un incremento de la actividad volcánica en el Ontake, aunque no alertó sobre un mayor riesgo de erupción, según recordaron los expertos.
Por ello, proponen que se modifique el actual sistema de calificación de riesgos de los volcanes activos, que consiste en una escala de cinco niveles en el que el más bajo es el «normal».
En lugar de éste, proponen una descripción que recuerde que el volcán está activo aunque no haya ninguna señal aparente como la expulsión de humo o cenizas.
Los expertos también piden a la JMA que informe sobre la actividad sísmica en los volcanes, incluso si los cambios son demasiado pequeños como para elevar el nivel de alerta.
Entre otras medidas, señalan la necesidad de mejorar la información que se facilita a los montañeros y preparación de cara a posibles erupciones, e incluso de incluir esta materia en la educación escolar.
En la misma línea, el pasado lunes el Ministerio nipón de Medio Ambiente instó a los senderistas que se dispongan a ascender a la cima del monte Fuji a que lleven casco y gafas protectoras dado el nivel de actividad del volcán.
El Fuji, el monte más alto (3.776 metros) y venerado de Japón, es también una de las atracciones turísticas más populares del archipiélago y uno de sus 47 volcanes activos que son sometidos a un estrecho seguimiento por la Agencia Meteorológica Nipona debido a su actividad volcánica y a su ubicación cerca de núcleos de población.
Japón está situado en el anillo de fuego del Pacífico y cuenta en su territorio con 110 volcanes activos, según la definición de la JMA, que considera «activo» a todo volcán que «haya entrado en erupción en los últimos 10.000 años o donde se hayan registrado fumarolas recientemente. (EFE)
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