Accidente ocurrió en 2004 y nació de un disparo elevado
Un caso extraño. En febrero de 2004, en la prefectura de Ehime, un hombre de 80 años pasaba con un scooter delante de una escuela de primaria cuando, de súbito, una pelota de fútbol salió volando de ella en dirección a él.
El anciano, en su intento de evitar el impacto de balón, se cayó de la moto rompiéndose una pierna. Tras el accidente, el hombre comenzó a mostrar signos de demencia y un año después murió por una neumonía.
La familia del hombre entabló una demanda contra los padres del niño que pateó el balón (el chico lanzó la pelota al arco, pero no apuntó bien y la redonda pasó por encima del larguero, saliendo a la calle).
La batalla judicial lleva ya una década y los demandantes han conseguido hasta el momento dos sentencias favorables. Si la Corte Suprema de Japón, que debe fallar el próximo mes, ratifica las sentencias, los padres del chico posiblemente deberán pagar 15 millones de yenes (125.000 dólares) a la familia del anciano, que sostiene que los papás no supervisaron adecuadamente a su hijo para que prestara más atención a lo que había a su alrededor.
En primera instancia, el Tribunal de Distrito de Osaka ordenó a los padres del niño pagar 50 millones de yenes (417.000 dólares) por daños y perjuicios.
Los papás apelaron, pero el Tribunal Superior de Osaka también falló contra ellos, aunque redujo el monto de la indemnización a 15 millones de yenes.
A la luz de los hechos recogidos por el sitio RocketNews24, el lamentable accidente fue básicamente fruto de la mala suerte. Una trágica coincidencia. Justo cuando el niño patea el balón, el anciano pasa por ahí. No hay forma de prever eso. Atribuir al chico la muerte del hombre parece excesivo. (International Press)
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