Arrestan a policía por tomar fotos debajo de la falda de una mujer con una microcámara
La detención de un hombre en Hyogo por tomar fotografías debajo de la falda de una joven en una tienda de conveniencia ha vuelto a arrojar luz sobre este tipo de prácticas ilícitas.
El caso reviste mayor gravedad pues el hombre era nada menos que un sargento de la policía que admitió su delito. “Lo hacía para satisfacer mi deseo sexual”, declaró el sujeto de 34 años, esposo y padre, que renunció a la policía tras ser suspendido de sus funciones por un mes.
Su caso demuestra, según la prensa japonesa cuya versión recoge el sitio Tokyo Reporter, lo sencillo que resulta ahora que un amateur se convierta en un “pervertido profesional”.
Para atajar esta modalidad delictiva, la policía de Hyogo está investigando a los compradores de equipos que son utilizados para tomar fotos ilícitas.
Volviendo al expolicía, el sujeto tenía doce cámaras, entre ellas una con un lente montado dentro de un reloj de pulsera. En el caso que nos ocupa, el hombre colocó una cámara con un diminuto lente dentro de un bolso.
El expolicía confesó haber realizado entre 150 y 200 “sesiones” de fotos a lo largo de cinco años.
Los pervertidos se han beneficiado del avance tecnológico. El escritor Taizo Abina, experto en temas relacionados con el sexo, explica que se puede colocar un dispositivo en la mirilla de la puerta de un apartamento para observar su interior, permitiendo a un acosador, por ejemplo, vigilar a su víctima e incluso tomarle fotos.
Además, se pueden instalar cámaras controladas por control remoto en tachos de basura de restaurants o vestuarios de mujeres en resorts de aguas termales, y microcámaras en el marco de un cuadro colgado en una habitación de hotel o en zapatos. (International Press)